NASA: asteroide no se acerca a la Tierra y todo va a estar bien

Un roca espacial se asomará de manera peligrosa a la Tierra en setiembre y se piensa que será el fin de la humanidad. Pero todo va a estar bien, según la NASA. 

El dato que genera rumores y terribles medios tiene que ver con la supuesta  certeza de que entre el 15 y 28 de setiembre un asteroide impactará en las cercanías de Puerto Rico.

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Aunque se cree que este cuerpo celeste tendrá consecuencias fatales en la zona de su caída, como  un terremoto y tsunami que destruiría las costas de América Central y Sur, el Golfo de México y Estados Unidos, los científicos alzaron su voz para calmar angustias. 

La agencia espacial estadounidense salió a desmentir estas falsadades en una nota publicada en su página web. 

“No hay ninguna base científica - no una pizca de evidencia - que un asteroide o cualquier otro objeto celeste impactará la Tierra en esas fechas", dijo Paul Chodas, gerente de la oficina de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA, en Pasadena, California.

“Si hubiera cualquier objeto lo suficientemente grande como para hacer ese tipo de destrucción en septiembre, habríamos visto algo de eso por ahora”, expresó.  

La NASA también indicó que su programa de observaciones espaciales no tiene conocimiento hasta la fecha de si un cometa o un asteroide tocará nuestro planeta de manera brusca. 

“Todos los conocidos Asteroides Potencialmente Peligrosos tienen una probabilidad de menos del 0,01% de impactar la Tierra en los próximos 100 años”, se leyó en el comunicado. 

Chodas dejó en claro que el tema de los supuestos impactos de cuerpos celestes en la Tierra será por siempre uno de los temas favoritos de las páginas web.

El mensaje está claro para los apocalípticos: el fin del mundo tendrá que esperar.  

EL COMETA ELENIN 

El último de los rumores más comentados sobre la caída de rocas del espacio, y su relación con el Apocalipsis o el Día del Juicio Final, fue en el 2011, con la llegada del cometa Elenin. Pero tampoco representó algún peligro, porque se desintegró cerca a Marte, según Leonid Elenin, su descubridor.