La pose del misionero: la clave para un sexo intenso y satisfactorio

Te explicamos la clave para un sexo intenso y satisfactorio. El misionero es una conocida postura que muchas parejas practican al ser una de las más simples. Además, la mayoría de las personas entienden cómo tiene que colocarse y es lo suficientemente hábil para hacerla divertida y no pierdas absolutamente nada si lo haces con tu pareja.

A continuación te damos a conocer detalles con respecto a la posición del misionero, entre otros aspectos relacionados a las relaciones sexuales.

PUEDES VER: ¿Si tengo relaciones sexuales durante la menstruación puedo quedar embarazada?

Dentro de la nota:

• Tips para hacer la pose el misionero

PUEDES VER: ¿Cuáles son los días fértiles de una mujer después de su regla?

Tips para hacer la pose el misionero

Estimula el clítoris

Esta es una zona sensible para la mujer y puedes acariciarlo con el fin de que sienta placer. No necesitas de tu miembro viril o un juguete sexual para qué la empiezas a excitar. No pasará mucho tiempo y notarás como tu pareja estará más activa y predispuesta a probar otras posturas.

Coloca una almohada debajo

Esto te ayudará a crear el ángulo perfecto para una penetración más profunda, pero procura que no sea cualquier almohada porque las dos el cual sueles tener normalmente tu cama no será suficiente, búscate mejor una almohada especialmente para esto. Al Final, te será como un soporte para hacerlo mejor.

Usa un gel estimulante

En el caso de la penetración los lubricantes son una buena alternativa, también no descartes en utilizar para aportar mayores sensaciones y darte una experiencia divertida en la cama con el fin de disfrutar a pleno de esta postura.

Usar las piernas

Para potenciar la intimidad, puedes colocarlas alrededor de la cintura de tu pareja. Si prefieres una penetración más suave, bájalas y apóyalas sobre la cama".

Con los ojos vendados

Al ser una postura donde ambos se ven cara a cara, es una buena opción vendarse los ojos y así de pronto aumentarán a excitación y la tensión sexual. Las personas tímidas pueden beneficiarse especialmente de que les vendan los ojos o de vendar a su pareja, ya que esto puede hacer que se sienten más cómodas y se animen a ser más atrevidas.