Adolfo Chuiman: "La gente pensaba que yo era gay"
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Desde que su cara de zorro apareció en Risas y salsa, se convirtió en el “Papá de la risa”. Pícaro, amable y, sobre todo, talentoso, Adolfo Chuiman, el mayordomo “Peter” de Al fondo hay sitio, revela sabrosas e inéditas anécdotas de su carrera como actor.
1-¿Cómo ves a los mujeriegos de estos tiempos modernos?No han cambiado. Ahora más bien son las mujeres las que hablan más de los hombres y antes no era así. Creo que antes había más machismo. 2.-¿Imaginas a un “Manolo” o un “Avelino” en estos días?No podrían existir, pues le tomarían fotos en cualquier momento si aparecen con mujeres que no son suyas. 3.-¿Qué tips le darías a un mujeriego?Hay una gran frase de un filósofo francés que dice: “El estilo hace al hombre. Que lo haga con clase, no de forma chabacana”. Aunque ahora hay un montón de figurettis. 4.-Esos figurettis no tienen clase, ¿no? Ahora hay más mujeriegos chabacanos que dicen: “He estado con esta, con la otra...”. 5.-Por la imitación que haces del estilista Choco, ¿tuviste fans homosexuales?¡Claro! Recuerdo que antes de hacer ese personaje imité a Miguel Bosé. Allí surgió la pregunta de que si yo era o no era gay. Una vez en el mercado mi madre escuchó que rumoreaban de mi opción sexual. Pero lo de Choco se convirtió en un editorial de Risas y salsa criticando la situación de esos años. Tuve bastantes amigos gays. 6.-¿Guardas anécdotas por esa recordada imitación?Sí, una vez que hacía un show en un café teatro, un señor de camisa negra bien bacán y vestido con relojes de oro, se acercó a mi camerín, me felicitó por la obra, me floreó y me invitó a una reunión en su casa, en San Isidro. Le dije que no podía ir pero “Machucao” me pateó por abajo y me convenció para ir. 7.-¿Qué pasó en la reunión?Fuimos y era en un edificio con ascensor. Cuando llegamos había hombres y mujeres. Pero una hora después vi que se besaban entre hombres y las mujeres lo hacían con otras. Te juro que me asusté. “Oe Machucao, conch... mira dónde nos hemos metido”, le dije a Elmer (Alfaro). Al instante vino un tipo y me dijo: “¿bailamos?”. Le respondí: “Esa música no bailo”. Parecía un sketch de Risas y salsa (ríe). 8.-¿Se quedaron y bailaron?¡No! A “Machucao” le dije: “A la primera que abran el ascensor, corremos”. Hasta las ganas de tomar se me quitaron. Nos fuimos con el pretexto de traer algo y hasta ahora no he vuelto a ver al tipo. 9.-¿Alguna vez te habrás chocado con una lesbiana?Sí, una vez, en una fiesta a la que me invitaron. Había una chica linda, era una muñeca. Comenzamos a bailar, me jaló de la mano y me llevó al balcón. Me quería abrazar y le correspondí. Pero luego se dio la vuelta y me agarró por la cintura, o sea por atrás, como si yo fuera la mujer y empezó a hacer movimientos raros. Le dije: “Conmigo te equivocaste”. Era una machona, pues. (ríe) (Alex Valenzuela)Sin miedo a la vejez
Tal vez por vanidad o porque ni él mismo sabe su edad exacta, Adolfo prefiere que le digan que tiene 62 antes que 66 años, aunque su fecha de nacimiento fue registrado en 1966. “No me asusta la vejez pero sí me preocupo en cuidarme más. No me amanezco, por ejemplo”, dijo Chuiman, que contra viento y marea lleva 36 años de casado con Pirula.
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