Mario Vargas Llosa recordó cuando sufrió de tocamientos indebidos por un sacerdote en el colegio La Salle

Mario Vargas Llosa ha dejado en claro que no tiene un mínimo de fe en la religión, pues siempre ha mantenido firme su postura que la cultura es la que debería llenar la vida espiritual de las personas, pese a que el concepto de "cultura", también involucra las prácticas religiosas. Sin embargo, el Premio Nobel de la Literatura no siempre marcó distancia de dichas creencias, pues en su niñez fue un pequeño muy creyente.

No obstante, su experiencia con las personas que profesan la religión no habría sido la mejor de todas, ya que no se trató de discordancia de ideales, pues la religión habría tenido mucha influencia en una experiencia traumática que vivió cuando era pequeño.

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Todo sucedió en el colegio cristiano La Salle de Lima, cuando el escritor cursaba el sexto grado del nivel primaria. Vargas Llosa contó que un día encontró la institución educativa vacía cuando se dirigía a recoger su libreta de notas, pero no pensó que ese día ocurriría la experiencia más oscura de toda su vida.

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Mario Vargas Llosa fue obligado a ver revistas porno

Un sacerdote de nombre Leoncio, de origen francés, llevó con engaños a Mario Vargas Llosa al percatarse que el menor se encontraba solo y lo persuadió al subir al último piso donde se encontraban las habitaciones en donde residían los hermanos.

A pesar de ser un niño, el novelista tenía una mala espina de las intensiones del hombre, que se encontraba nervioso. Luego, los acosos comenzaron.

"Me mostró revistas de mujeres calatas. Era una revista mexicana que se llamaba "Vea". Yo no sabía que hacer estaba muy nervioso, sentí espanto", reveló a un medio español.

Pero lo peor vino después, ya que Leoncio le empezó a tocar sus partes íntimas tratando de masturbarlo. "Sentí la mano de Leoncio, yo empecé a gritar y él se asustó y me dijo "cálmate, cálmate", y le di un empujón. Luego él me abrió la puerta", señaló.

Con ello, Vargas reveló que desde ese día murió su vínculo con la religión. "Yo siempre aparentaba las costumbres de la religión cristiana yendo a misa, pero desde ahí, nunca más he vuelto a comulgar, perdí la fe. Esta experiencia me curó de ella", finalizó.

Cabe recordar, que no es la primera vez que el escritor comparte este pasaje de su vida privada, pues en su libro "El pez en el agua", que fue publicado en 1993, el autor hizo público este episodio del que fue víctima a los 12 años de edad.