Joaquín Sabina: Una noche de nostalgia y poesía hecha música en el Círculo Militar

Entre el calor y los fuertes vientos de la tarde y la noche o los males de salud que lo aquejaron y alejaron de los escenarios. Contra todo pronóstico, así fue el regreso del canta autor Joaquín Sabina al Perú, quién brindó un mágico concierto como parte de su tour por Latinoamérica. (Crónica por: María Pía Ponce / LR-URPI)

Contra todo pronóstico, precisamente, es el nombre del tour que escogió el cantante para volver a los escenarios, por lo que la cita en nuestro país se dio el 4 de marzo en el Círculo Militar, en Jesús María. Miles de fanáticos comenzaron a llegar cinco horas antes del inicio del esperado show.

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La velada duró dos horas aproximadamente y tuvo momentos llenos de algarabía, nostalgia y baile. El evento inició con un sorpresivo apagón para luego iluminarse con la entrada al escenario del español. Las y los fanáticos se pusieron de pie mientras que el poeta se sentaba para tocar su guitarra y cantar “Cuando era más joven”.

Con esa voz áspera que lo caracteriza enamoró al público entonando temas como, “Por el boulevard de los sueños rotos”, “Mentiras piadosas”, “Lagrimas de mármol”, “19 días y 500 noches”, “Y sin embargo te quiero”, “Contigo”, entre otros.

La noche iba transcurriendo, los asistentes veían a su ídolo recitar sus mejores éxitos, mientras que algunas no aguantaron seguir sentadas y se pararon de sus asientos cautivadas por la letra de sus canciones. Temas que hacían tocar las fibras de los corazones más fríos y es que Sabina sabe muy bien cómo llegar a ellos.

Precisamente, uno de esos momentos fue cuando narró el inicio de su amor y complicidad por el Perú. “Mi amor por esta tierra nació hace mucho más de lo que ustedes creen. A los 16 años me enamoré de Cesar Vallejo y de Chabuca Granda. Luego, me enamoré del ají de gallina y de la noche de Barranco. Finalmente, encontré aquí y dura hasta hoy el amor de mi vida”, fueron las palabras del poeta como dedicatoria e inicio de su canción “Rosa de Lima”.

Luego nos deleitó con su clásico “Por el boulevard de los sueños rotos” y “Llueve sobre mojado”, con este tema presentó a los integrantes de su banda, la cual hizo retumbar el Círculo militar. Con esto, el español se retiró a un pequeño intermedio dejando a cargo por unos minutos a Mara Ramos, su corista.

Con su voz sensual, pero fuerte, hizo estremecer el lugar con “Una chica almodóvar”. Tras ello, “La canción más hermosa del mundo”, llegó en la voz del director musical, Antonio García de Diego para teñir de nostalgia el concierto.

Minutos después, bajo la ovación del público, regresó Joaquín Sabina para entonar “Tan joven y tan viejo” y “A la orilla de la chimenea”.
Pero uno de los momentos más esperados fue “19 días y 500 noches”, a una sola voz todos corearon este éxito del cantante español para luego todos quedar deslumbrados con “Y sin embargo te quiero.

Había transcurrido más de una hora y media cuando el poeta anunciaba el término de su concierto. Los artistas hicieron una reverencia al público y ellos respondieron con aplausos y arengas. “Olé, olé, olé, Joaquín”, gritaban.

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El escenario se quedó vacío por unos segundos, el público comenzaba a ponerse nervioso, pues ellos querían seguir oyendo los versos que han engalanado sus días durante tantos años. Para deleite de los fans, Jaime Asúa, guitarrista de la banda abrió nuevamente el concierto con “El caso de la rubia platino”.

Finalmente, Sabina ingresaba para culminar con “Contigo”, “Noches de boda”, “Pastillas para no soñar” y la “Canción de los buenos borrachos”, es así como los miles de fans despidieron a una banda y a un cantante tan poético como lo es Joaquín Sabina, que por más que pase el tiempo sus canciones siguen estremeciendo y haciendo suspirar como la primera vez.