Demi Moore luce regia en bikini blanco disfrutando del verano con sus nietos a los 61 años

Demi Moore, además de ser una actriz icónica de Hollywood, ha tenido un impacto significativo en la moda. Con su estilo elegante y vanguardista, Moore ha marcado tendencias desde los años 80. Su capacidad para combinar glamour clásico con toques modernos la ha convertido en un referente de la moda.

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Moore no solo es reconocida por sus actuaciones, sino también por su contribución al mundo de la moda, estableciendo estándares de estilo y sofisticación.

Demi Moore presume su figura sin retoques

A sus 61 años, Demi Moore no teme a la hora de presumir su figura sin retoques ni photoshop, demostrando que está más fabulosa y sexy que nunca. Su última publicación es prueba de ello, generando una gran cantidad de comentarios y admiración por parte de sus seguidores.

Acompañada por sus hijas, Demi Moore se tomó unas mini vacaciones en familia y desde allí posó con su pequeña nieta, robándose todas las miradas y elogios con su físico impactante. Para su tarde de sol, arrasó con su micro-bikini de bombacha colaless ultra XS color off-white, el favorito de las celebrities, combinándola con una gorrita azul y sandalias de playa.

Tres Datos Icónicos sobre Demi Moore

1. Portada Embarazada en Vanity Fair: En 1991, Demi Moore hizo historia al aparecer desnuda y embarazada de siete meses en la portada de Vanity Fair, fotografiada por Annie Leibovitz. Esta imagen rompió tabúes y cambió la percepción pública sobre el embarazo, convirtiéndose en una de las portadas más icónicas y controversiales de la revista.
2. Pionera en los Salarios de Hollywood: Demi Moore fue una de las primeras actrices en romper la barrera de los 10 millones de dólares por película, una cifra que era rara para mujeres en esa época. Su contrato por la película "Striptease" en 1996 la consolidó como una de las actrices mejor pagadas de Hollywood y abrió camino para que otras actrices exigieran salarios más equitativos.
3. Transformación en "G.I. Jane": Para su papel en la película "G.I. Jane" (1997), Moore se sometió a un riguroso entrenamiento físico y se afeitó la cabeza. Esta transformación radical demostró su dedicación y compromiso con sus roles, y su interpretación como la primera mujer en entrenarse en las fuerzas especiales de la Marina de los EE.UU. fue ampliamente aclamada, reafirmando su reputación como una actriz valiente y versátil.