La DIFÍCIL relación entre Mario Vargas Llosa y su padre: Lo conoció a los 10 años y no quiso que fuera escritor

La historia de Mario Vargas Llosa y su padre, Ernesto Vargas Maldonado, siempre ha estado marcada por la distancia y la incomprensión. A pesar de los intentos de su padre por alejarlo de la literatura, esta relación conflictiva se convirtió en el motor que impulsó al escritor a crear su primera gran obra. Vargas Llosa no conoció a su padre hasta los 10 años, ya que su familia materna le hizo creer que Ernesto había muerto.

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Mario Vargas Llosa tuvo una complicada relación con su padre

La figura autoritaria de Ernesto Vargas, quien consideraba a los escritores como "maricones y borrachos", se convirtió en un obstáculo en la vida de su hijo. Sin embargo, esta adversidad también sirvió como fuente de inspiración para el autor, quien encontró en la literatura un refugio ante la rigidez de su hogar.

Mario Vargas Llosa conoció a su padre en Piura, un momento que lo sorprendió por completo. Hasta ese instante, había vivido convencido de que Ernesto estaba muerto. La reaparición de su padre alteró la dinámica familiar y llevó a la familia a mudarse a Lima, donde la relación se tornó aún más complicada.

En Lima, el joven Mario se enfrentó a un padre que imponía una disciplina severa y carecía de afecto. La convivencia se tornó tensa, y la violencia verbal y física se convirtió en parte de su día a día. Ernesto Vargas despreciaba la inclinación literaria de su hijo, lo que generó un ambiente hostil en el hogar.

Ernesto Vargas Maldonado rechazó a Mario Vargas Llosa como escritor

Ernesto Vargas nunca aprobó la pasión de su hijo por la escritura. En sus memorias, Vargas Llosa relata que su padre lo golpeaba y criticaba a su madre por el cariño que le brindaba. "Él tenía la idea de que todos los escritores y poetas eran borrachos o maricones", afirmó el autor en una entrevista reciente.

Con la intención de alejarlo de la literatura, Ernesto Vargas inscribió a Mario en el Colegio Militar Leoncio Prado. Sin embargo, esta experiencia resultó ser el catalizador para la creación de 'La ciudad y los perros', su primera gran novela. En este entorno, el joven escritor encontró la oportunidad de leer y escribir con mayor intensidad.

La literatura se convirtió en la salvación de Vargas Llosa durante su difícil adolescencia. "Me salvó la literatura, la lectura, entrar en un mundo muy distinto", expresó en una entrevista. A través de la escritura, logró escapar de la opresiva realidad que vivía con su padre, encontrando en las palabras un medio para explorar nuevas realidades.