Yola Polastri y el motivo por el que decidió no tener hijos

Con más de 70 años de vida, la animadora infantil Yola Polastri fue un ícono para los niños, quienes disfrutan de sus presentaciones y alegres canciones desde que se inició en la década de los 80, y si bien ha cambiado en su aspecto físico, no lo ha hecho en su decisión de convertirse en madre. Conoce el motivo ahora tras su fallecimiento, aquí.

En una entrevista con Renato Cisneros para su programa en RPP, la animadora infantil Yola Polastri se atrevió a hablar de temas muy íntimos como su elección a no comprometerse en una relación seria y no tener hijos para poder tomarse más tiempo en prepararse en su trabajo con una buena comunicación con los niños.

PUEDES VER: Yola Polastri: Por qué no se casó y qué pasó con su fortuna tras el éxito como animadora infantil

“No tuve hijos porque tenía muy claras mis responsabilidades. El trabajo que estaba haciendo era bien recibido y era bueno para todos, porque a mí me tocó trabajar e iniciar todo esto en una época de reforma educativa”, explicó Yola Polastri en su entrevista, aceptando a su carrera como prioridad.

“Tuve amores pasajeros, pero yo soy la que doy el tiempo, y cuando tienes una pareja tienes que dedicarle un espacio en tu vida, y yo no podía”, aclaró Yola Polastri como la razón por la que, pese a tener oportunidades de tener una relación estable, no tomaba la decisión de aceptar relaciones por su trabajo.

PUEDES VER: Yola Polastri, Tigresa del Oriente o Jimmy Santi: ¿Qué personaje de la farandula es mayor?

Yola Polastri: ¿Qué espera de su carrera?

La carrera de Yola Polastri ha sido muy exitosa, tanto así que tuvo programas de televisión como “El mundo de los niños”, “Los niños y su mundo” y “Hola Yola”, consiguiendo ganar una gran popularidad en miles de niños que la veían y aprendían con ella sobre los valores, mientras se divertían bailando y cantando.

Para Yola Polastri, comunicarse con los niños no fue solo un trabajo que debía a su carisma, sino que se preparaba y esforzaba en mantener con tono educativo. “Al final seré la abuelita que cuenta sus cuentos en la mecedora. Pero sé demasiadas cosas buenas para los niños como para archivarlas”, comentó al diario El Peruano.