Deysi Araujo recuerda sus inicios como vedette: "Vendí desayunos y compré mi primer vestuario"

Orgullosa de todo lo que logró hasta ahora. Deysi Araujo reveló que aún conserva sus coloridos trajes cuando inició su carrera de vedette, trabajo que le permitió tener su propia casa, pagar los estudios de su hijo y viajar no solo al interior del país, sino también al extranjero.

La 'peliroja' dedicó 15 años de su vida a este oficio que ha sido criticado por algunos, pero ella asegura que jamás se avergonzó por eso.

"Tenemos muchas anécdotas porque he pasado de todo con esta prenda, le di duro e invertí toda mi platita para comprarlo. Recuerdo que vendía desayunos en el mercado y pude comprar mi primer vestuario con lo que recaudaba de mis ventas. Reuní todos mis ahorros para mandar a hacer mi primer vestuario, que lo mandé hacer en octubre del 2006", dijo a Trome mostrando su primer vestuario.

En ese entonces, Deysi Araujo indicó que su prenda le costó 1400 soles y tras tenerlo ya se sentía toda una artista. "Algo de 1400 soles, por ahí. Por ese entonces era más cómodo, ahora son más caros. Yo era feliz teniendo mi primer vestuario, decía: ‘Ya soy una vedette’. Poco a poco fui mandando hacer en diferentes colores, con temática de ‘Navidad’ y también ‘Año Nuevo’. Ahora tengo vestuarios de todos los colores". contó.

Deysi Araujo aclaró que logró obtener lo que posee gracias a su esfuerzo en su trabajo como vedette, ya que no todo es canje.

"No todo es canje, en vestuarios nadie te da canje porque es una herramienta de trabajo, gracias a esto (trabajo de vedette) tengo este techo y mis cositas. No me avergüenza para nada, al contrario, me siento súper orgullosa de haber sido vedette y feliz porque he conseguido muchas cosas. Se me han abierto muchas puertas y si he viajado al exterior es gracias a mis plumas y lentejuelas", sentenció.

Deysi Araujo se fue a Tulum, México

Está de vacaciones. Deysi Araujo viajó hacia Tulum, México para hacer turismo y señaló que tras meses de trabajo se merecía darse sus gustitos.

"El que puede, puede, y el que no, que aplauda. Para eso uno trabaja, para darse unos gustitos. Una vez al año, no hace daño y si a ti te duele, sobate", aseguró.