Fatmagul: análisis por la final de la novela turca

Jorge Ita Gómez

De un tiempo a esta parte, se ha desatado una verdadera fiebre de novelas turcas en nuestro país. 

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Inundan noche a noche las pantallas de nuestra televisión una saga de estas iniciada con rotundo éxito por Las mil y una noches, seguidas de "Rosa negra", "Ezel", "Sila, cautiva por amor", "Amor prohibido", de reciente estreno y aun una más que ya se anuncia: "El secreto de Feriha". Destaco de entre todas ellas: Qué culpa tiene Fatmagül, que acaba de finalizar.

Como toda novela realista plantea la tesis principal de crear conciencia en la sociedad contra cualquier tipo de maltrato o violencia de cualquier índole, sea verbal, sicológica, física o sexual que se ejerza contra la mujer, que no es ajena ni mucho menos distinta de la que ocurre en nuestro país o en países como el nuestro lejanos por exóticos.

ARGUMENTO

Basada en la novela turca de Vedat Turkali ¿Fatmagül’ün sucu ne? (¿Qué culpa tiene Fatmagül?) fue llevada al cine en 1986, estrenada en la televisión el 2010 y emitida en más de 50 países. A lo largo de sus 80 capítulos, narra la historia de una hermosa muchacha huérfana llamada Fatmagül que sueña con una vida distinta enamorada de su novio Mustafá, joven pescador con quien construye una casa en la esperanza de unirse en matrimonio.

Pero de pronto su destino cambia drásticamente una madrugada al cruzarse en su camino con los jóvenes Vural, Selim y Erdogan de familia influyente y adinerada, que exaltados por el alcohol y las drogas después de la celebración de la fiesta de compromiso de uno de ellos la deshonran, haciéndole vivir hasta lo insufrible. Pierde a su novio que le da espalda y ciego de ira jura vengarse por la deshonra contra los que destruyeron su amor, siendo obligada a casarse con Kerim y librar al resto.

En el capítulo final, la justicia tan esperada por fin llegó para Fatmagül, pues el juez dicta sentencia al encontrar culpables del delito de violación a cada uno de los acusados, excepto Kerim, que fue absuelto de todo cargo. En el clímax del episodio, Selim y Erdogan (el tercer abusador, Vural, fue asesinado anteriormente), escucharon los años que deberán pasar en prisión, al ser acusados y hallados culpables de violación sexual, daños físicos y psicológicos, además de intento de fuga y distorsión de lo ocurrido aquella noche.

Mukaddes, quien fuera sobornada para que guarde silencio e impida que su cuñada Fatmagül denuncie a los Yasaran, también fue condenada aunque a una pena menor por alterar información. El padre de Selim, Resat Yasaran, fue sentenciado también por destruir y alterar información del caso. Igual suerte corrió el abogado de la familia, Münir Telci.

FINAL DE NOVELA

Como todo gran final esperado, la producción turca que cautivó a la gran teleaudiencia durante meses, rayando también las expectativas en las redes sociales y seguido incluso hasta por internet, concluyó como parte del mensaje final de su protagonista con el siguiente monólogo: “Que este sea el último caso, que los gritos terminen ahora, que la violencia contra las mujeres, contra los débiles, termine”.

Aunque el momento más emotivo de la telenovela se vivió cuando la protagonista Fatmagül, acompañada de Kerim, sale del tribunal y es recibida entre aplausos por una multitud de hombres y mujeres que con pancartas en mano y lemas alusivos celebraban el veredicto final de la justicia a su favor, haciéndolo propio y gritando al unísono: ¡Todos somos Fatmagül! ¡Todos somos Fatmagül!