Ana Cecilia Natteri, mamá de Cachín en Asu Mare, se confiesa: "Yo ponía la mano dura”

Texto: Mirian Pachas

Foto: Carlos Contreras

Por estos días comparte su tiempo entre grabaciones de Ven baila quinceañera, funciones de teatro y la administración de una pequeña tienda de artesanía.  

Sin embargo, la actriz Ana Cecilia Natteri, que asume el papel de madre del carismático Cachín en Asu Mare, lo dejaría todo para estar con sus nietas: María José de once años y la otra de tres. 

—Usted es una mujer muy activa, anda de un lado a otro.

—A veces pienso que no me organizo lo suficiente o acepto muchas cosas a la vez. Tengo la responsabilidad de mi casa, de mi tienda. Ahorita estoy en el montaje de la obra Fausto y empezando a grabar la miniserie Ven baila quinceañera. 

—¿Qué personaje hará?

— La abuela de una de las quinceañeras. 

—¿Usted es una abuela regia?

—Tengo dos nietas hermosas.  Me gusta mirarlas con los ojos bien abiertos. Me gusta corregir a mis nietas, pero no siempre lo aceptan. Me dicen: ¡ay, abuelita! Me encanta ser abuela, es tan diferente ser abuela y ser mamá. 

—¿Comparte mucho con ellas?

—Me falta tiempo para ir a verlas. María José es mi partner, ya ha ido a ver las dos películas de Asu Mare, me conversa y me comenta las reacciones  de sus compañeras al ver mi personaje en el cine. Trato de verla dos o tres veces por semana, ayudarla con sus tareas. A la más chiquitita la llevo al parque y le compro su helado. 

—¿Alguna de las dos muestra dotes artísticas?

—A la mayorcita le gusta dibujar, pero todavía no se le ve ninguna inclinación específica, también le gusta cantar y lo hace muy bonito. 

—Hábleme de sus hijos.

—La mayor se llama Ana María y es madre de mis nietas. Tengo a Sebastián que ya tiene 33 años, pero está soltero. Él se metió a un taller de clown pero no con ganas de ser actor.

SANGRE ITALIANA 

—Tengo entendido que por sus venas corre sangre italiana...

—Tengo temperamento fuerte. Vengo de una familia donde se gesticula mucho y se habla en tono alto.  

—¿Hay lisuras?

—Las tengo para mí, no se las digo a nadie, en mi casa no se decían lisuras. Pero sí soy una mujer de carácter, no soy suavecita.  

—¿En casa quién ponía mano dura con los chicos?

—La mamá, porque el papá trabajaba todo el día. Era yo quien estaba  en casa. Mi esposo es más tranquilo y calmado. Somos como lados opuestos. Por eso nos atraemos y tenemos química. 

—¿Cómo ha sido como mamá?

—No he sido una mamá muy consentidora, siempre he estado alerta y he sido muy preocupada por mis hijos. Otras veces algo nerviosa.  

—¿En la vida real tiene algo de la mamá de Carlos Alcántara?

—No esa criollada que a ella la caracteriza. Soy de temperamento fuerte, de repente por eso hice el personaje. Pero con los años estoy más relajada y tranquila. Ya es diferente. No tienes la responsabilidad de ellos (de los hijos). 

—¿También tiraba chancletazos?

—Yo era de  jalón de orejas, no de las sandalias. A mis hijos los castigaba negándoles el permiso para ir al cine o suspendiendo alguna salida con los amigos. 

—La madre peruana es como Chabelita de Asu Mare.

—Sí, son madres que empiezan su jornada a las 5:30 de la madrugada y terminan a las 11:00 de la noche. Yo las respeto muchísimo. Por mi tienda de artesanía tengo contacto con muchas mujeres de diferentes partes del Perú, y puedo rescatar que son mujeres sacrificadas, profesionales que crían a chicos buenos y de bien. Como lo es Carlos Alcántara.  

—¿Ahora las madres también trabajan para ayudar al sustento del hogar?

—Exactamente. Ambos necesitan trabajar para salir adelante. Pero también están las madres solteras, las que deben sacar adelante a sus hijos porque sus esposos trabajan lejos.              

AGRADECIDA CON FANS

 Ana  Cecilia  Natteri  se siente agradecida por el cariño que le ofrece el público peruano. “Ahora no hay quien no me reconozca (ríe). Me pasó en el aeropuerto, con el señor de limpieza, con el de migración, todos vieron Asu Mare y lo bonito es que se acercan con cariño. Es gratificante”.