Óscar Avilés en el cielo: el homenaje de su barrio querido

Cada vez se sumaban más   peruanos al cortejo fúnebre. La primera guitarra del Perú recibió un homenaje póstumo antes de ser enterrado.

A la 1:15 de la tarde, las voces avivaban el nombre de Óscar Avilés y los aplausos se multiplicaron cuando su féretro abandonó el Museo de la Nación y lo trasladaron a la Plaza Manco Cápac, en el distrito de La Victoria, donde recibió un homenaje póstumo del municipio de ese distrito.

El ataúd, cubierto con la bandera nacional y otra de la Hermandad del Señor de los Milagros –a la que perteneció en vida–, llegó en una carroza escoltada por varios vehículos y motocicletas de la Policía Nacional, que facilitaron su desplazamiento a su primer homenaje póstumo.

MUESTRAS DE CARIÑO

Durante el trayecto de la carroza por la avenida Javier Prado y Vía Expresa la gente gritaba: “Viva Óscar Avilés”.  Mientras, otros tomaban fotos para recordar el día exacto en que el criollo viajó al cielo.

La nota musical del recorrido la puso un vehículo que tenía potentes parlantes que emitían los recordados  temas del criollo tales como  Y se llama Perú y Contigo Perú.

Al llegar a la Plaza Manco Cápac lo esperaba un conjunto de música criolla que interpretó los temas que inmortalizaron al connotado cantante.

Luego se dirigió al frente del Palacio Municipal, ubicado en una de las esquinas, donde lo esperaban el alcalde distrital, Alberto Sánchez Aizcorbe, los regidores y un conjunto de música criolla que interpretó los temas que inmortalizaron al connotado guitarrista.

El sacerdote de la comuna, Sandro Carbone, elevó un oración por el alma del difunto. Cientos de personas se sumaron a la plegaria.

Asimismo, bendijo el ataúd del cantante.

Después de este homenaje, los restos del maestro Avilés fueron trasladados al cementerio Baquíjano y Carrillo del Callao, donde fue enterrado en la tarde.