Pepe Vásquez es despedido por multitud

 ¡Vamos, Pepe Vásquez, vamos, Pepe Vásquez!  

A ritmo de cajón y campanas criollas, el rey del “Jipi Jay” se despidió con jarana en el cementerio Padre Eterno, en El Agustino. 

Una interminable salva de aplausos estalló cuando el féretro llegó a las 4:00 de la tarde, cubierto de flores y de una bandera de Alianza Lima, el club de sus amores.

En medio de una multitud que le mostraba su cariño, el ataúd recibió la última bendición de un cura. 

“¡No es más que un hasta luego, no es más que un breve adiós!”, cantaron decenas de seguidores. Un equipo de sonido instalado en las puertas del camposanto dejaba escuchar los acordes del “Jipi Jay”.

YA ESTÁ CON SU MAMÁ

 “Yo no quiero que me entierren tan lejos. Quiero estar donde está mi mamá, para que cuando vaya todo el mundo a verla, me vayan a dejar unas flores a mí también”, le dijo Pepe a su familia alguna vez. 

Este fue el pedido que sus hermanos le cumplieron ayer.  Fue por eso que el criollo descansa ahora en un nicho del pabellón San Marcos, cerca de su mamá doña Elia Montero de la Colina que murió hace seis años.

“En vida, Pepe nos pidió eso.  Y es lo que pensamos. Por eso luchamos para que se entierre aquí porque no había nichos”, contó su hermana Pilar, quien lleva un gran dolor pese a que vio a su hermano partir a ritmo de jarana. “Él sigue vivo en el corazón de todos nosotros. Somos cinco hermanos pero solo tres estamos vivos. Mi otra hermana está en España, pero nos queremos bastante. Aquí en este cementerio está toda mi familia”, dijo Pilar.

“¡Vamos, Pepe Vásquez!”, coreó la multitud antes de ver el féretro por última vez. Ningún artista asomó por allí. Solo miles de fans y un gran corazón criollo.