José Luis Madueño y Juan José Chuquisengo se reúnen en un espectáculo inolvidable: “Concierto a dos pianos”

Este 12 de septiembre, el gran Teatro Nos en San Isidro se convertirá en el escenario de un evento musical sin precedentes: José Luis Madueño y Juan José Chuquisengo, dos de los más destacados pianistas peruanos, se unen nuevamente para presentar “Concierto a dos pianos”.

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Esta fascinante propuesta, producida por “AC Producciones”, promete ser un encuentro extraordinario entre la música clásica y la popular, donde ambos artistas demostrarán su virtuosismo y versatilidad al piano.

José Luis Madueño, conocido por su habilidad para fusionar la música tradicional con géneros contemporáneos, expresó su entusiasmo por volver a compartir escenario con Chuquisengo.

“Conozco a José Luis desde los años ‘90 y hemos cultivado una gran amistad. Para mí, es uno de los músicos peruanos más creativos y versátiles de todos los tiempos. Cada encuentro con él siempre ha sido un deleite y un aprendizaje. Es un verdadero capo de la música”, afirmó Chuquisengo, quien no escatimó elogios hacia su colega.

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Ambos artistas presentarán un repertorio poco común que cautivará al público: improvisaciones sobre obras de clásicos como Beethoven (Alemania), Satie (Francia), Chopin (Polonia) y Rachmaninoff (Rusia); y la presencia de música popular de los compositores Jobim, Gismonti y Moraes (Brasil), Piazzolla y Cobián (Argentina), Chabuca Granda, José Luis Madueño y Andrés Soto (Perú), y Young y Washington (EEUU).

“Después de cuatro años volvemos a juntarnos y estamos muy contentos de llegar pronto con este concierto que es un homenaje a la música en todos sus géneros, los llevaremos por un viaje de sonidos que estamos seguros cautivará tanto a niños como a jóvenes y adultos”, comentan los concertistas.

Para finalizar, Chuquisengo resalta el valor de la música instrumental: “Es un error pensar que la música no puede existir sin letra. El efecto de la música va mucho más allá de lo que se puede expresar con palabras. Música con letra es como nadar feliz en una piscina, música sin letra es meterse a nadar en el mar”.