Alexander Sánchez debuta como emprendedor en La Victoria: “La pelota me salvó la vida”

Dejó la pelota para dedicarse de lleno a los negocios. Alexander Sánchez acaba de debutar como emprendedor en su licorería en La Victoria. Arrocito habla de su nueva faceta y recuerda su etapa como futbolista.

—¿Cómo surgió la idea de este emprendimiento?

—Venía pensando en qué negocio invertir, qué es lo que rinde y en una licorería la gente consume todo el año. Es un negocio matador, pero rentable.

—¿Cómo te va?

—Recién tengo un mes y lo importante es que el negocio va por buen camino, la idea es mejorar y expandir el negocio en otros distritos.

—¿Tú mismo atiendes?

—Tengo un personal, pero yo me encargo hasta el cierre. Fines de semana a veces me quedo hasta las 5.00 o 6.00 de la mañana.

—La licorería lleva por nombre tu apelativo futbolístico.

—Hubo un debate familiar para poner el nombre del negocio. Se pensó en Wally Sánchez, pero mejor Arrocito porque es corto e impactante, y la gente me conoce así, gracias a mi tío Lalo Archimbaud, Tiene su licorería, donde él mismo atiende. Dice que pudo dar más en el fútbol y pide que dejen trabajar a Chicho Salas en Alianza. quien fue mi padrino.

—Para quienes no saben, ¿por qué Arrocito?

—El tío Lalo me puso así porque me decía: “Sobrino usted tiene el churrasco, pero le falta el arroz”. Ja, ja, ja… Espero que el tío Lalo se dé una vuelta por acá, es bienvenido.

—A tus 39 años, ¿sientes que pudiste alargar la carrera como Paolo Guerrero o Zorrito Aguirre?

—Sí, pero me descuidé y además la pandemia influyó en la decisión de colgar los chimpunes, estaba en Llacuabamba, me salí y se perdió la motivación.

—¿Te quedó algo pendiente en el fútbol?

—Creo que de haberme dedicado 100% al fútbol me pudo ir mejor. Entrenadores y amigos me dicen que si me hubiera dedicado al máximo hubiera sido otra cosa.

—¿Te tentó alguna vez Universitario?

—El 2009, Chemo me quiso llevar a la ‘U’, pero no quise por mi identificación con Alianza Lima y porque estuve varios años con el Comando Sur. Si jugaba por la ‘U’, hubiera sido para que me boten de La Victoria. bendita pelota

—¿De no ser futbolista qué hubieras sido?

—Asu... Tengo amigos que están bajo tierra, otros que tienen 15 o 20 años en la cárcel. No sé si hubiera ido por ese camino porque crecí en un sitio picante. No juzgo a mis amigos. Siento que la pelota me salvó la vida y también gracias a personas buenas como Constantino Carvallo, que en paz descanse.

—Tu mayor satisfacción y frustración en el fútbol.

—Mi mayor satisfacción es haber sido campeón con Alianza, el club de mis amores, y la frustración de no haber podido trascender más en el fútbol.

—¿Alguna vez fuiste a entrenar sin haber dormido?

—Sí, varias veces. Me iba a la camilla a descansar. Ja, ja, ja.

—¿Algún compañero que te sorprendió por su respuesta física pese a que fumaba?

—El Cholito Sotil era bravo, era mi batería, un desgraciado. Ja, ja, ja.

—¿Recuerdas qué hiciste con tu primer sueldo?

—Me fui a comprar ropa y el resto se lo di a mi mamá.

—¿Qué te parece la labor de Chicho Salas como técnico de Alianza Lima?

—Está haciendo buena labor, lo que no me gusta es que la gente lo critica. Si vamos a ver los números, es el entrenador que menos partidos ha perdido. Hubo malestar por la Copa Libertadores, pero nos tocó un grupo bravo. Que la dirigencia lo deje trabajar, que termine el año para luego evaluarlo.

—¿Cómo te consideras?

—Como una persona tranquila y humilde, de barrio, con lo poco que tengo vivo tranquilo.

—Gracias, Wally.

—A el Popular por acordarse de mí. Espero que me vaya bien en este emprendimiento. La juventud es corta, la vejez es larga y hay que saber invertir bien. La gente es bienvenida y nos puede visitar en el jirón Juan Pablo Vizcardo Guzmán, en La Victoria. Muchas gracias y ¡Arriba Alianza!