El duro mensaje del coach de Christian Cueva para cumplir sus sueños: “Vendí mis cosas para viajar”

Christian Cueva no fue parte del primer entrenamiento de la selección peruana en Barcelona, España, debido a que pasó el último fin de semana con el Al Fateh que ganó 3-0 al Damac, siendo el peruano titular en el cotejo. Luego del compromiso, Aladino aprovechó el tiempo para despedirse de su amigo y coach personal, José Neyra, quien dejó entrever que ya no seguirá al lado del '10'. Ahora, el preparador físico ya se encuentra en el Perú y escribió un conmovedor mensaje en Instagram al revelar todo lo que sufrió para sacar a su familia adelante.

Como muchos peruanos luchadores que dejan todo para darle lo mejor a sus hijos y pareja, José Neyra contó que su situación económica en Chimbote no era la mejor y sacrificó mucho para llegar a Lima, donde no tenía nada más que una maleta llena de fe y esperanza.

Es más, en la publicación que hizo compartió una imagen en la cual sus pequeños y su esposa están sentados en la berma, siendo ellos la razón y motivo para 'romperse el lomo' y sacarlos adelante.

“Buen inicio de semana, mis hermanos”, inició. “Cada vez que quiero dar un paso más voy a recordar aquellos momentos que me llené de coraje y fe. Cómo no recordar cuando llegué a Lima con mis hijos y esposa en plena pandemia, porque en mi provincia era insostenible mi situación”, indicó.

Una de las declaraciones que hizo en su mensaje llamó la atención, pues señaló que “aún no está en el lugar donde quisiera estar”, dejando entrever que todavía no cumple sus sueños y –posiblemente– su relación laboral con Christian Cueva habría terminado.

La carta del coach de Christian Cueva. José Neyra.

“Buen inicio de semana, mis hermanos. Cada vez que quiero dar un paso más voy a recordar aquellos momentos que me llené de coraje y fe. Cómo no recordar cuando llegué a Lima con mis hijos y esposa en plena pandemia, porque en mi provincia era insostenible mi situación.

Tuve que vender todas mis cosas para poder viajar y solventar los gastos de hospedaje y alimentos. Los único que llevé eran ropa y algunos materiales, en los cuales depositaba toda mi esperanza para sacar a mi familia adelante.

Desde aquel momento estuvmos día a día guerreando por las áreas verdes, pero siempre comandados por nuestro padre celestial que cuidaba de mi persona y mi familia a pesar de la grave situación económica por la pandemia que vivíamos.

Jamás perderé la humildad porque Dios siempre me lleva a recordar esos lugares y momentos tan difíciles que me ayudó a crecer.

Ahora, ya de regreso a mi país, llegó con las mismas ilusiones de siempre como si todo empezara de nuevo, siendo consciente que aún estoy en el lugar donde no quiero estar.

Mis hermanos, luchen por sus sueños; incansablemente entreguen sus miserias a Dios y él hará grandes cosas con ellas. No menosprecies lo que puede hacer Dios con lo poco que tienes. En la aritmética del cielo nada se resta nada se suma todo se multiplica.

“Lo que se apaga de pie se prende de rodillas. Fe inquebrantable. Persistir”.