Jean Pierre Archimbaud, agradecido con Alianza y espera triunfar en Melgar: “Mi primer sueldo se lo di a mi mamá”

Primicia, chocherita. Hizo menores en Cantolao y Sporting Cristal, pero gracias a Papalindo –como suele llamar su familia a Dios– llegó a Alianza Lima para completar su formación futbolística. Hoy, a sus 27 años, Jean Pierre, hijo del periodista Lalo Archimbaud, espera ser protagonista en Melgar y cumplir los objetivos que se ha trazado, como llegar a la selección, jugar en la MLS y volver a Matute. 

—¿Sientes presión o responsabilidad al ser hijo de Lalo Archimbaud?
—Es una responsabilidad bonita tener el apellido Archimbaud, lo tomo de esa manera. Mi papá nos puso la valla en alto por su lado profesional y personal. Yo y mis hermanos nos esforzamos por hacer las cosas bien por mi papá y mamá.

—¿Cómo viviste ese momento cuando en el 2017 jugando por Juan Aurich le anotaste a Alianza en Matute?
—Fue un momento muy lindo, porque cuando juego contra Alianza siempre quiero ganarle, quiero ser el mejor. Mi papá estaba como la voz del estadio y lloró de emoción. Siempre recordaré ese momento.

—¿Si le anotas a Alianza lo celebrarías?
—No, porque desde que tengo uso de razón nunca faltó un pan gracias a Dios, gracias a Alianza Lima, donde mi papá siempre trabajó. Cuando estuve me dieron alimentos, colegio, vitaminas, mi primer sueldo. Por ello, hay una gratitud y respeto enorme al club.

—¿Qué hiciste con tu primer sueldo?
—Justo en el 2012, Alianza Lima me hace mi primer sueldo como profesional, firmo una prima y todo se lo doy a mi mamá Soledad Arriarán Gallese.

—De no ser futbolista, ¿a qué te hubieras dedicado?
—Me gustaría ser periodista deportivo, estar relacionado con temas del fútbol. De niño no me llamaba la atención el ser periodista, recién ahora de grande lo siento más. Pero siempre me enfoqué en ser futbolista profesional.

—¿Jugarías por Universitario?
—No le cierro la puerta a ningún equipo, antes de ser hincha soy un profesional y tengo una familia de por medio. Entonces, dispuesto a jugar en cualquier club.

Melgar y la selección

—¿Cómo te vas adaptando en Melgar? 
—Es un gran equipo Melgar, la exigencia es al máximo. El día a día es una competencia muy dura, pero sana. Siempre buscando hacer las cosas bien para poder tener una opción en el equipo titular. Melgar te exige y te obliga a lograr los objetivos trazados. 

—No es una novedad la altura para ti.
Hace dos años que no estoy en la altura, se siente, pero llego aclimatado.

—¿Qué te parece que la Liga 1 se haya descentralizado?
—Hace el campeonato más bonito, duro y exigente. Se ve al equipo preparado para ser campeón. Va a ser una lucha complicada. Todos están en la capacidad de apuntar a lo más alto.

—Hubo rumores de que Gareca te tenía en su radar, ¿fue cierto?
—Sí. La selección es mi sueño, de poder tener una oportunidad de integrarla en alguna convocatoria o microciclo y poder mostrarme, pero eso el tiempo lo dirá. Dios sabrá cuándo podrá darse. Tengo que ser titular en mi equipo y hacer las cosas bien para que me puedan llamar.

—¿Te reuniste con Gareca?
—A finales del 2020 no hubo un contacto directamente con Ricardo Gareca. Fui a la Videna a pasar medidas antropométricas y tuve contacto con el profesor Néstor Bonillo. 

—¿Qué te dijo Bonillo?
—Nos comentó lo que estaba pasando en ese momento conmigo y unos compañeros y que estábamos siendo seguidos por la selección. Nos dijo que sigamos trabajando, esforzándonos porque en algún momento nos podrían llamar para alguna convocatoria o microciclo. Yo sigo trabajando para hacer ese sueño realidad.

—¿Alianza Lima es otro objetivo por cumplir o ya no?
—Sí, también es un sueño. No lo niego, no le cierro las puertas. Hoy me debo a Melgar y si en algún momento puedo volver a Alianza Lima, donde me formaron y me dieron absolutamente todo, sería el más feliz, al igual que mi familia, sin duda alguna.

—¿A qué jugador admiras?
—En el medio local siempre admiré a Rinaldo Cruzado y, en el extranjero, a Sergio Busquets, Casemiro.

—¿En qué liga te gustaría jugar?
—Me gustaría jugar en la MLS, me llama mucho la atención, me encantaría llegar ahí. Siento que estoy a tiempo, así que trabajaré el doble para conseguir mis sueños.