Juegos Paralímpicos: Carlos Sangama busca medalla para dedicar a hija

Carlos  Sangama es uno de los cuatro Para atletas peruanos que escribieron su nombre para los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
Detrás del Para atleta hay una historia de fortaleza para vencer a la adversidad, ya que cuando tenía once años perdió en un accidente su brazo.

Tiene un motivo especial su labor de padre, pues tiene una hija de un año y meses la cual le da todo su amor y dedicación preparando su biberón y cambiando de pañal.”Solo quiero que mi hija se sienta orgullosa de mi”.

Mañana participará en la prueba de Maratón junto a Efraín Sotacuro y espera dejar en alto el nombre de Perú.

-¿De dónde eres?
- Yo soy del departamento de San Martín , de Bellavista de un pueblito que se llama Nueva Florida y sufrí el accidente de la pérdida de mi brazo a los 11 años de edad y ahora tengo 30 años.

-¿Eras un niño?
- Se dio cuando ayudaba a mis padres en tiempo de cosecha de maíz .... Después mi padres optaron por llevarme a  la capital,  me dediqué a los estudios y tengo mi profesión y empecé a trabajar.

¿Cuándo ingresas al atletismo?
- Ingreso desde el 2015, por el tema televisivo viendo una maratón, porque hasta ese momento no sabía nada de atletismo cuando escuché de Raúl Pacheco en Maratón de Toronto 2015 me sentí identificado con esta disciplina.

-¿Desde ahí full entrenamientos?
- Empecé a bajar de peso, ingresé de forma amateur y hasta ahora soy profesional. Estoy muy agradecido al atletismo, porque una de las cosas es la superación personal, he dejado de ser esa persona de antes, pues tenía la autoestima baja por la pérdida de mi brazo, te lleva a practicar valores, ser más humilde y la constancia que te lleva a superar cualquier adversidad.

- ¿Complementas bien el papel de papá?
- Contento porque mi hija ya tiene un año y cuatro meses se llama Aithana Ivana Sangama Vargas, nació en tiempo pandemia.

- ¿Habrán sido días complicados?
- Nos da miedo junto a mi esposa  que podríamos contagiar a la bebe, pero gracias a Dios nació sanita. Cumplo bien mi rol de padre cambiando pañales y dándole biberón. Mi hija para mi es una motivación , está con mi esposa en los entrenamientos y espero que cuando crezca se sienta orgullosa de mí.

Mejorar  las marcas

- ¿Siempre soñaste estar en un juego Paralímpico, pero tu clasificación tuvo mucho dramatismo?
- Si, fue bastante angustiante, porque fueron casi dos años de espera para la confirmación. El 2019 en Málaga cumplí el tiempo establecido, pues impuse un tiempo de 2 horas,39 minutos y 39 segundos.

- ¿Cómo te has preparado para la prueba?
- Siempre buscamos cumplir la normas sanitarias contra el Covid-19, respetando acuartelamiento en casa en donde realizamos nuestro trabajo, pero después ese trabajo ya no servía teníamos que estar en la pista no se podía y hicimos cerro que es campo abierto.

- El sueño es alcanzar una medalla .¿Tu qué esperas?
- Yo no prometo una medalla, mi promesa es que con la ayuda de Dios daré el 100 por ciento para dejar en alto el nombre del Perú. Voy a correr la maratón en compañía de Efraín Sotacuro, lo haremos de manera estratégica, por eso realizamos un trabajo en Huancayo y viendo todo lo que es la aclimatación.

- La temperatura de Tokio es también un punto que hay que tener en cuenta?
- El día de la prueba habrá seguro temperatura alta, pero confiamos que la estrategia preparada de los resultados esperados, en una competencia donde no hay favoritos. En Huancayo practicamos a la misma hora de la prueba y bajo un calor intenso. Confíamos estar en el día de la prueba en buen estado físico y mental.

- Tendrás un buen soporte con Efraín Sotacuro?
-  Es una de las personas que más admiro, con él compartimos muchas cosas comida, entrenamiento y somos amigos muy cercanos. Disfrutamos juntos todo lo que hacemos.

- Es más entre ustedes se gastan bromas sus limitaciones?
- Nosotros hemos superado nuestras limitaciones, no hay nada de enojarse, mantenemos un buen ambiente y clima laboral. Efraín Sotacuro y Rosbil Guillén son grandes amigos.