DT Duilio Cisneros hizo de todo para que Raziel García no cuelgue los chimpunes

Estuvo con él cuando tocó fondo y hoy que es la gran revelación de la selección peruana en la Copa América, aplaude su progreso. Duilio Cisneros se mostró muy emocionado con el desempeño de Raziel García ante Colombia, Venezuela y sobre todo frente a Brasil, pues reconoce que el volante de 27 años tuvo que lidiar con muchos problemas para llegar donde está.

El entrenador, que lo tuvo en Unión Huaral el 2017, reveló que Raziel quería dejar el fútbol y dedicarse a vender suplementos alimenticios, pero tuvo que batallar mucho para que el jugador vuelva a enamorarse del fútbol. Aquí su historia.

¿Qué análisis puede hacer de la campaña de Perú en la Copa América?

Me parece buena, finalmente nos hemos enfrentado al mejor equipo de Sudamérica que es Brasil. Además se ganó “nuevos” jugadores para la selección.

Rescató a Raziel

¿Se valora más por los jugadores ausentes o por los jugadores nuevos que ganamos?

Yo creo que por lo segundo. En el inicio de la era Gareca se hablaba de los cuatro fantásticos, pero luego aparecieron jugadores como Flores, Carrillo, Tapia, Yotún; y ahora otra vez la selección se está renovando con apariciones como Raziel García, Jhilmar Lora y Marcos López. Tenemos jugadores para ilusionarnos.

¿Esperaba el rendimiento de Raziel García frente a Brasil?

Raziel siempre ha sido un buen jugador. Desde sus épocas en la San Martín donde fue formado. Cuando llegué a Unión Huaral el 2017, él ya estaba en el equipo y hoy está confirmado lo buen jugador que es. Desde el 2017 ya conocía de su fortaleza.

¿Qué fue lo primero que le dijeron de Raziel cuando llegó a Huaral?

Raziel venía de jugar en Primera con la San Martín, pero luego salió del club y se puso a jugar fútbol playa. Recuerdo que ese primer día de entrenamiento estaba muy golpeado, no entrenó.

¿Le llamó la atención esa actitud?

Sí, cuando veo que no estaba cambiando le pregunté qué había pasado y me dijo que no iba a entrenar, que estaba muy golpeado y que se quería ir. Le dije que esperara, que después del entrenamiento íbamos a conversar. Me dijo que lo hiciera ahora, pero le insistí que después; puso su puchero, pero al final se quedó.

¿Qué le contó?

Me dijo lo que le pasó en la San Martín, que lo habían sacado, que estaba jugando fútbol playa y que quería dejar el fútbol para dedicarse a vender productos Herbalife porque le iba muy bien.

¿Qué le propuso usted?

Le dije que entrenara una semana con nosotros y si en esa semana no consigo que se enamore otra vez del fútbol, entonces se puede ir. Le dije que era un buen jugador y que Dios permite que suceda algunas cosas. Si lo hizo venir a la Liga 2 no es para que lo tome como un retroceso, sino como un impulso para luego volver a Primera. 

¿Y qué sucedió después?

Gracias a Dios se quedó, ese 2017 jugó muy bien y al año siguiente se lo llevó la Vallejo donde campeonó y subió a Primera. Lo demás es historia conocida.

¿Qué debe hacer un entrenador para enamorar otra vez al jugador con el fútbol?

Hay que hablar mucho con él, acompañarlo, hacer de coaching. Uno le sugiere, le propone, pero el jugador tiene que poner de su parte porque si no quiere, no le gusta o no quiere hacer pequeños sacrificios, ya no lo puedes obligar.

¿Ha visto otros casos?

En Copa Perú hay excelentes jugadores, que les falta una oportunidad o de repente como no la ven, se desaniman al no tener a su costado una persona que los alienta o motive. En el caso de Raziel, él aprovechó la oportunidad y fue perseverante porque él fue convocado antes, pero se lesionó, tuvo un problema extradeportivo y tampoco tiró la toalla. Yo conversaba con él y le decía que esté tranquilo.

Y la perseverancia rindió frutos…

Sí, me satisface mucho porque es un ejemplo para cuantos jugadores como él que estaban a punto de retirarse, ahora están jugando con la selección y nada menos que ante Brasil.