Manuel Tejada es un agradecido con el deporte rey: "El fútbol me ayudó a superar la muerte de mi padre"

Todos los conocen como Tejadita o Pajarito. Es Manuel Ángel Tejada Medina (32), quien se inició en Sporting Cristal a los 16 años en el fútbol profesional y ahora defiende los colores del Atlético Grau en la Liga 2.

Ha tenido la ocasión de jugar en nueve equipos, pero es Sport Boys el equipo que lo marcó en su carrera. Fueron seis temporadas y recuerda como si fuera hoy, los duros momentos que le tocó vivir.

Nos cuentan que en el colegio eras chancón.

¿Quién te contó esa mentira? Era un alumno regular que el fútbol me ayudó a pasar el año. Santa María de Fátima era mi colegio que quedaba en los Cipreses, que ya desapareció. Lo mejor es que estudié ahí con la que ahora es mi señora.

¿La pelotita pudo más que los estudios?

Sí, fue mi hermana mayor que me llevó al Centro Iqueño para despejarme de la muerte tempranera de mi padre. De ahí fui escalando, llegué al Cristal, siendo dirigido por Walter Fiori y Gerardo Ameli (actual y ex técnico de Ayacucho), estando ahí Damián Ismodes.

¿Cómo se dio tu pase al Cristal?

Estábamos en el club Real, pero desapareció, entonces los jugadores pasaron a distintos equipos. Yotún y yo al Cristal, Pedro Gallese a la San Martín, Irvén Avila a la ‘U’, también estaba Alexis Gómez.

¿Tu posición inicial era de delantero?

Claro, pero la hacía de volante, ya  en  los últimos años en Sport Boys jugué de lateral.

Boys lo marcó

Sabes lo que es pelear el  título y también el descenso.

En mis dos años en la San Martín campeonamos (2010), pero el 2012 con Boys bajamos y el 2013 también con José Gálvez. También tuve la suerte de jugar en Vallejo, Cienciano, UTC. Regresé al Boys y ahora en Grau.

Cuéntanos una anécdota.

No me acuerdo si fue en Cienciano o UTC, pero estábamos de madrugada en el aeropuerto Jorge Chávez, con otro compañero nos pusimos audífonos para descansar un rato. Luego nos dimos cuenta de que estábamos solos y el avión nos había dejado. Tuvimos que pagar penalidad para ir en otro vuelo y el club nos multó.

¿El fútbol te dio amigos?

Pocos porque en este deporte hay mucha envidia, rivalidad al momento de luchar un puesto. Uno de mis grandes amigos es Chino Huamán cuando jugábamos en la San Martín.

Huamán fue un gran apoyo en Sport Boys.

Hizo muchas cosas en Boys que mucha gente no sabe. A veces no había para la merienda y él estaba ahí para apoyar junto con su esposa.

¿Viviste la etapa dura del cuadro porteño?

Fue el 2016, no había nada en el club y casi bajamos. Recuerdo que en la pretemporada en el campo del Yahuar Huaca no había uniformes, parecía un equipo de barrio y ni teníamos para tomar un vaso de agua.

Diste la vida por la camiseta rosada, pero muchas veces los hinchas no entienden eso.

La hinchada quiere ver siempre ganar al equipo, pero no sabe qué cosas están pasando, uno por apoyar al equipo hasta lesionado jugaba. El jugador que juega en Boys siempre va a saber que sufre con los resultados.

La hinchada era el jugador número 12.

Claro a veces entrabas algo dormido y ahí estaba la  barra para reaccionar. Al jugar en el estadio sin público tienes que tener cuidado porque se puede ir una palabrota y todos la escuchan.

Este 2021. ¿cómo asumes este reto con Atlético Grau?

Es el equipo más grande y el más querido de Piura, así lo hemos sentido en los dos meses que trabajamos por allá.

¿Para qué está el equipo?

Para campeonar. Hay un buen feeling, gente de experiencia y los jóvenes.

¿Qué te parece el nuevo sistema de torneo?

Mejor porque el 2020 era medio raro. Fíjate que en el acumulado  Alianza Atlético quedó primero, debió subir directo, pero tuvo que luchar con otros equipos muy relegados en la tabla. Este 2021 el mejor del acumulado sube y el subcampeón luchará con uno de la Liga 1 su ascenso.