Hugo Sotil: "Yo era el jugador del pueblo"

No hay duda que es parte de la historia de los mundiales. Hugo Sotil, nuestro querido Cholo, recuerda con nostalgia y orgullo sus vivencias en México 70 y Argentina 78 y espera que la selección haga un buen papel en Rusia 2018.

—¿Qué se siente ser un mundialista?

−Para un deportista, más aún siendo provinciano como mi caso, es lo máximo. Jugué dos mundiales y ponerse la blanquirroja es lo más lindo. Es como servir a la patria.

—¿Cuál es el momento más emotivo que recuerda?

−Cuando me convocaron por primera vez, vestir la rojiblanca y cantar el Himno nacional.

—¿Por qué Didí no lo tenía en sus planes para México 70?

−Desde el 68 me pedían para la selección porque con Municipal logré el ascenso y el 69 la rompí en Primera con la Academia. La hinchada y la prensa me pedían. En los diarios salía, “Didí, convoque al Cholo”.

—¿Y cómo aflojó Didí?

−Cubillas, Chale y Mifflin un día fueron al estadio a verme y convencieron a Didí para que me convoque. Llegué como cuarto centrodelantero, por delante estaban Perico León, Eladio Reyes y Percy Rojas.

—¿Qué se sentía ser querido por el hincha?

−Yo era el jugador del pueblo, la hinchada me quería. Luego Didí dijo que era su arma secreta. Yo jugué en Segunda, crecí jugando en El Porvenir, en La Victoria.

EL TERREMOTO

—¿Cómo fue ese momento cuando se enteraron del terremoto, a pocas horas del debut en México 70 ante Bulgaria?

−Un dirigente nos reúne y nos informa del terremoto, pero que no fue en Lima, sino en el Callejón de Huaylas y que habían muerto 500 mil personas. Y así surge la anécdota de Perico León. 

—¿Cuál?

−Perico intervino y dijo al dirigente: “Señor, cómo en un callejón van entrar 500 mil personas”. Todos nos reímos por la ingenuidad de Perico.

—¿Y esa historia en el que les hicieron creer que trajeron tierra de Perú?

−Algunos se la creyeron, yo no. Era tierra roja de un macetero, La mayoría se echó en el cuerpo, Chito la Torre parecía un payaso.

—¿Qué le dijo Didí cuando lo hace ingresar cuando Perú perdía 2-0 con Bulgaria?

−Ya sabía cómo jugaban los búlgaros porque antes del mundial los enfrentamos en un amistoso en Lima y le hice tres goles. Ingresé y desequilibré para la remontada. Terminé cargado en hombros.

—Una anécdota de esas concentraciones en México.

−Antes de enfrentar a Bulgaria, en el hotel aparecieron unas gringas impresionantes. Didí, quien había jugado varios mundiales, dijo: “Estas han venido por algo” y nos mandaron a un convento.

—¿Chito La Torre le pegó a Didí?

−Exagera mi compadre. Didí estaba mal de la columna y si le pegaba lo mataba.

—¿En Argentina 78 por qué no fue titular? 

−Venía de una dura lesión en el cuádriceps y por eso entraba en los segundos tiempos. 

—¿Su compadre Johan Cruyff le dijo por qué no jugó el Mundial del 78 con Holanda?

−Me contó que no fue al mundial porque había rumores que lo iban a secuestrar. En esos años había problemas en Argentina, había desapariciones y no quería exponerse.

HINCHA DE CUEVA

—¿Muchos dicen que Cueva tiene cosas de usted, ¿qué opina?

−Sí, porque los dos somos cholos, del Perú profundo. Es un buen muchacho, provinciano, vino de abajo, está triunfando y le deseo lo mejor.

—¿Cómo cree que le vaya a la selección en Rusia?

−La clave es ganar a Dinamarca en el debut, contra Francia un empate sería bueno y un triunfo cerrado ante Australia. Aunque creo que con 4 puntos podemos clasificar a octavos.

—¿Qué mensaje le daría a la selección?

−Jugar un mundial es lo máximo, le deseo lo mejor y que cuando salgan a la cancha piensen que todo el país estará con ellos.

—Muchas gracias, maestro, por esta deferencia.

−A ustedes. Me siento un bendecido y agradecido a Dios por todo lo que viví. Tengo los tobillos maltratados, pero valió la pena por mi selección. Enfrenté a Pelé, Beckenbauer, conocí a Maradona y espero conocer algún día a Messi.