Paolo Maldonado: “Ahora hago el ‘trencito’ en mi casa”

Está  pronto a colgar los chimpunes y espera retirarse jugando por la “U”, con el que logró un tricampeonato. También tiene dos títulos con Cienciano.  Tiene dos empresas y le gustaría ejercer como gerente deportivo.

Armando Arango

Fotos: Arturo Pérez

 Tricampeón con la “U” y dos veces monarca con Cienciano, en la Copa Sudamericana y la Recopa  Sudamericana.

Pocos como él pueden presumir de semejante currículo. Pero Paolo Maldonado es un futbolista que supo ganarse otros “títulos” también por su carácter jovial y desenfadado.

“Manzanita” le decían por una anécdota en Medellín. Sin embargo, el “trencito” es un sello que hasta ahora, a punto de retirarse de las canchas y convertido en empresario, no deja de  perseguirlo.

—Paolo, ¿sigues haciendo el “trencito”?

—(Risas) Sí, pero ya no en la playa, ahora lo hago en la casa. 

—¿Te marcó ese momento?

—Es una anécdota que la gente recuerda porque seguro que varios se identifican con ello. ¿Quién no ha hecho el “trencito” en su casa o con los amigos celebrando? Se recuerda mucho porque los protagonistas eran personas públicas.

—¿Qué pensaste cuando viste las imágenes?

—Nada. No sorprendió ni a los que me conocen. El problema lo tuvo Alexis (Ubillús) con su esposa, después, normal. Siempre hacíamos esa vaina por vacilón.

—¿En qué momento se dio?

—Fue cuando habíamos conseguido el tricampeonato con la “U” y estábamos casi de vacaciones. En esos momento uno se relaja y fuimos a divertirnos. Pero nos “ampayaron” una vez, imagínate si nos filmaban las veces que lo hacíamos…, el “trencito” llegaría a marte.

—¿La directiva de la “U” de entonces te sancionó?

—No, porque no hubo indisciplina. Al día siguiente no me tocaba entrenar.

—Entre tus compañeros de equipo también estaba Oscar Ibáñez. ¿Es cierto que es “duracel”?

—A Oscar le decíamos “Cartera de fierro”… Era bien duro. Cuando hacíamos los almuerzos de camaradería, él hacía la “chanchita” y pedía un sol o cinco soles más a cada uno. Al final pagaba y se quedaba con el sobrante (risas).

Nueva faceta

—¿Es verdad que eres empresario?

—Sí, tengo dos empresas, una se dedica al equipamiento de audio y video para buses y la otra a la instalación de césped sintético.

—¿Vas formal a las entrevistas?

—No tanto. No me ponga saco y corbata, pero tampoco voy con short y chimpunes. Una camisa y listo.

—¿Alguna anécdota?

—Varias veces que ofrezco mis productos, los clientes me reconocen. ‘¿Tú jugaste en la ‘U’?  Yo soy crema’, me dicen y nos pasamos hablando de fútbol. 

—¿Y vendes?

-Al final tengo que vender, ¿no?  

Últimos cartuchos

—¿Tienes opciones de jugar este año?

—Sí, en Cobresol, pero todo depende de que Indecopi nombre el acreedor mayor. Me gustaría ayudar al club porque soy moqueguano. Lo haría como jugador o como directivo.

—¿Te han propuesto un cargo?

—Sí, como gerente deportivo. Tengo la experiencia de vestuario y también he estudiado algunos cursos en Brasil y Argentina. Me apasiona más la carrera dirigencial que la de técnico.

—¿En qué equipo te gustaría retirarte? Ya tienes 39 años, ¿no? 

—Sí. Me encantaría retirarme en la “U”, he jugado 13 años en el primer equipo.

—¿Y a quiénes invitarías? 

—Al “Loco” Vargas, Gustavo Grondona, el “Puma” Carranza, “Cuto” Guadalupe, Bernales, el “Chino” Pereda, Oscar Ibáñez, Pajuelo. Es una lista muy larga. Pero me gustaría que todos estén presentes.              

Una oración por García 

-¿Cómo tomaste el accidente de Julio García?

-Me quedé muy preocupado y estoy rezando por su salud. Espero que salga adelante de todo esto. Estuvimos en Cienciano en un corto tiempo, pero ahí me demostró ser una excelente persona, aparte de gran profesional. Para un jugador quedar inválido es toda una tragedia.