Chicas de oro

Como en la época dorada del vóley nacional, el Perú volvió a subirse al podio como campeón, dejando en el segundo lugar a Brasil, rompiendo así una racha de siete finales consecutivas perdidas ante las brasileñas en este tipo de torneos. El tercer puesto fue para Argentina, aunque de eso poco se acordarán los hinchas en el Coliseo Miguel Grau del Callao, que no dejaron de gritar el: ¡Arriba Perú!

Además del título del Sudamericano, el público celebró la premiación de dos jugadoras nacionales elegidas dentro del equipo ideal del Sudamericano. Rosa Valiente fue distinguida como una de las mejores jugadoras del campeonato y Ángela Leiva, capitana peruana, ganó el título como mejor matadora de ataque y, además, como mejor jugadora del Sudamericano. 

El momento más emotivo de la premiación fue cuando las voleibolistas fueron condecoradas con la medalla de oro, desatando la euforia del Coliseo Miguel Grau, aunque la exitación llegaría a su clímax cuando Natalia Málaga recibió la medalla con la bandera nacional. Las lágrimas de todas las muchachas provocaron el aplauso general.

Después llegaría la vuelta olímpica de Perú con el trofeo en manos. Málaga en todo momento les pedía a sus chicas que sigan corriendo y el público agradecía el gesto con un aplauso que se hizo eterno para agradecer el título conseguido después de 32 años.