¡Evita este error! Descubre por qué no se debe colocar el detergente en la esponja de lavar los platos
Te revelamos el secreto para una limpieza impecable de los platos y así prolongar la vida útil de tu esponja.
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La práctica de colocar detergente directamente en la esponja de lavar los platos es común en muchos hogares, pero lo que no sabías es que hay una mejor manera de limpiar nuestros utensilios. Ante esta situación, aquí te enseñaremos el mejor truco del ahorro para evitar este hábito y te proporcionamos alternativas más efectivas, como saludables.
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¿Por qué no se debe colocar el detergente en la esponja?
- Proliferación de bacterias
Cuando colocamos detergente en la esponja, creamos un ambiente húmedo y rico en nutrientes, ideal para el crecimiento de bacterias. Estas bacterias pueden contaminar nuestros platos y utensilios, poniendo en riesgo nuestra salud.
- Deterioro de la esponja
El detergente concentrado puede dañar las fibras, haciéndola más propensa a desgastarse y acumular residuos. Esto puede reducir su eficacia de limpieza y aumentar la posibilidad de contaminación bacteriana.
- Desperdicio de detergente
Es probable que utilicemos más producto del necesario. Esto representa un gasto innecesario y un impacto ambiental negativo.
- Menor eficacia de limpieza
El exceso de detergente puede dificultar la limpieza. Los residuos de detergente pueden dejar una película en los platos, dificultando su enjuague y reduciendo la eficacia del jabón.
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¿Cómo lavar los platos correctamente?
Para lavar los platos de manera efectiva y segura, sigue estos consejos:
- Dosifica el detergente en el fregadero o en la palma de la mano: De esta manera, podrás controlar mejor la cantidad de producto que utilizas.
- Moja la esponja y aplica una pequeña cantidad de detergente: Luego, frota los platos para eliminar la suciedad.
- Enjuaga bien los platos: Asegúrate de eliminar todos los restos de detergente y comida.
- Cambia la esponja regularmente: Es recomendable cambiar la esponja cada dos semanas para evitar la acumulación de bacterias.
- Limpia la esponja a diario: Después de cada uso, enjuaga bien la esponja con agua caliente y escúrrela bien.
- Desinfecta la esponja periódicamente: Puedes desinfectar la esponja sumergiéndola en una solución de agua y vinagre blanco.
SOBRE EL AUTOR:
Periodista de actualidad, especializada en policiales y temas políticos. Graduada de la Universidad César Vallejo. Redactora web senior en El Popular. Interesada en temas relacionados a policiales, sociales, cine, baile, música, turismo, gastronomía y doblajes.