Si bien la Navidad es una época de reconciliación y perdón, para algunas personas puede significar lo contrario, pues les cuesta perdonar y superar el rencor que guardan hacia un ser querido.
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“Algunas personas podrán perdonar y reparar mientras otras se quedarán sumidas en el dolor y rencor”, indica Pamela Angulo de Enders, del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima.
Los que tienden a ser rencorosas, por lo general, no han podido establecer vínculos de confianza y seguridad, agrega.
Un vínculo estable permite tolerar la frustración y las fallas de las personas amadas.
“Tener la capacidad de integrar los aspectos positivos y negativos de las personas más significativas de nuestra vida nos da la capacidad de poder aceptar las fallas y de poder perdonar”, refiere la especialista.
Y como son sentimientos que surgen con los primeros vínculos mientras más tiempo pase será más difícil superarlos. Estas heridas se quedan abiertas generando una sensibilidad frente a cualquier impase vivido en el presente.
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