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HOY

Un freno a la violencia

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 ¿Qué está pasando en el mundo?, me preguntó el otro día mi sobrino, mientras veíamos la televisión y pasaban la salvajada cometida en Francia contra trabajadores de la revista Charlie Hebdo. Debo confesar que no supe cómo explicarle a un niño de ocho años que hay gente capaz de matar sin remordimiento a quienes piensan distinto o profesan una religión que no es la suya.

Sin embargo, tampoco desaproveché la ocasión para aclararle que ninguna generalización es buena. 

Está claro que los salvajes que cometieron el ataque son fanáticos religiosos y no representan para nada al Islam.

Además, extremistas hay en todas partes del mundo y siempre encuentran alguna excusa, sea religiosa, económica o política.

En el Perú también hay musulmanes, pues aquel que profesa el Islam recibe tal nombre. Y no se requiere haber nacido en los países de Medio Oriente, solo creer en su fe. 

Por ello mal haríamos en estigmatizar a toda una población o un credo, en función a las acciones salvajes de algunos de sus miembros. Lo mejor es conocerlos, valorar su cultura y respetar las diferencias.

La intolerancia no es adecuada bajo ninguna circunstancia. Y está claro que dicha intolerancia fue la que desató la masacre última, cuando los delincuentes asumieron que unas simples caricaturas valían más que la vida de más de una decena de inocentes.

Tal vez por ello, la condena general en el mundo a un atentado de esta naturaleza no ha tardado en llegar. Me conmovió mucho ver a cientos, miles, casi un millón de personas libres y de diferentes credos, marchar por las calles de Francia para decirle no a la violencia y al crimen.

“¿Ellos de qué religión son?”, me pregunta mi sobrino. Ellos son solo personas de buen corazón, le respondí de inmediato

.

Por ello no sé si sea más efectivo ahora que se redoble la vigilancia, se eleve al máximo la alerta contra atentados, como se ha hecho en Francia y diversos países de Europa.

Está claro que incluso Estados Unidos, considerado el país más poderoso del mundo, ha sufrido el peor ataque terrorista de la historia el 2011. 

Me pregunto si no sería mejor aplicar una labor de pacificación y sensibilización hacia dentro y fuera de cada país. La idea es promover la tolerancia, el respeto mutuo y la no estigmatización de las religiones.

Se quiera o no, estamos obligados a convivir en este planeta con nuestras diferencias. No esperemos más atentados y aprendamos que la agresión es el peor de los caminos.

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