Los sillones rojos

Por: Lucho Camino

Gisela no puede con su genio. Había criticado en todos los colores al programa de Beto Ortiz, pero terminó haciendo lo mismo, escarbando en el pasado de la gente por el rating. Con la diferencia, que esta vez, rebuscó en su propio pasado, por momentos en tono de víctima, por ratos con afán conciliador. 

Decirle a Viviana: “A ti no tengo nada que reprocharte, sino a él”, fue una falta de respeto del que la ex modelo no se percató. Y hasta hizo un gesto de agradecimiento.  

Una de dos. O Gisela no creyó nada de lo que Viviana contó o no entendió la parte en que Rivas Plata afirmó que empezó su relación con Roberto después de que este se separó de Gisela y que el ex jugador ya había estado con dos chicas previamente. Es más, una de esas “novias al paso” fue compañera de carpeta de Viviana en la universidad. 

Supongo que sin drama no había telellorona. Y de eso se trataba este regreso a la televisión de Valcárcel. Lo más gracioso es que sentó a Viviana en un sillón rojo. ¿Se dieron cuenta? 

Han transcurrido dos décadas de su separación con Roberto, ella lo tuvo en su anterior programa, habló con él, le coqueteó mientras él trataba de arrancarle algo de baile a su cuerpo, ¿por qué ahora le tenía que “romper el alma” que el jugadorazo le haya regalado un Garfield y tarjetas grandes a las dos? 

Tampoco le resultó dar la entrevista por partes. Los televidentes -como mi esposa- cambiaban de canal apenas Gisela cortaba la entrevista para escuchar las verdades de Mariella Zanetti sobre su matrimonio con el ahora reconocido drogo, Farid Ode. 

Zanetti estuvo en un programa sin tantas tandas comerciales, más picadito y creo que por eso Gisela apenas le ganó en el rating por un punto.  

Porque, además, me pareció de mal gusto la secuencia del programa de la rubia donde los concursantes tenían que competir comiendo hotdogs contra un ¡¡perro!! Alucinante. Me hizo recordar a Laura Bozzo.  

Además, como para que nadie se dé de ganador, el sábado lideró el rating con bastantes puntos de ventaja la película Asu mare. 

Hubo una frase de Gisela que sí me dejó pensativo. Fue después de la primera parte de la entrevista: “Viviana entendió la vida y ahora es feliz; yo entendí la vida y soy feliz, pero tú sigues en lo mismo”. 

Fue un mensaje para Roberto, quien puede jactarse de haber estado con las mujeres más bellas, pero no de ser feliz. Ahora está con una chiquilla. Quizá para sentirse menos viejo. Pero, Roberto, el espejo y el DNI no engañan. Cambia para que no acabes solo. 

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