La energía solar es impresionante y la más utilizada en todo el mundo. Es producida por el sol y convertida a energía útil por el ser humano, ya sea para calentar algo o producir electricidad, entre sus principales usos.
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Cada año el sol arroja 4 mil veces más energía que la que consumimos, por lo que su potencial es prácticamente ilimitado.
Sus principales usos son para calentar cosas como comida o agua, conocida como energía solar térmica, y para generar electricidad, conocida como energía solar fotovoltaica.
Los principales aparatos que se usan en la energía térmica son los calentadores de agua y las estufas solares. Y para la energía fotovoltaica son los paneles solares.
También se utiliza para potabilizar agua, cargar baterías, estufas solares, secado, evaporación, destilación y refrigeración.
Según informes de una ONG ambientalista, la fotovoltaica podrá suministrar electricidad a dos tercios de la población mundial en 2030. Es más, para el año 2100 el 70% de la energía consumida será de origen solar. Increíble, ¿verdad?
Hoy en día esa energía no está disponible para toda la población, sobre todo en nuestro país, pues su instalación es muy cara aún.
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