La cultura Paracas se desarrolló entre los años 700 a.C. y 200 d.C.
Se dividió en dos estapas: Paracas Cavernas y Paracas Necrópolis.
En la primera etapa se encontraron tumbas en forma de botella y momias con cráneos trepanados, mientras que en la segunda etapa se descubrió el cementerio de Warikayán con tumbas rectangulares y momias cubiertas con finos mantos bordados.
Los tejidos de los Paracas son los más bellos encontrados en el antiguo Perú.
Su forma de gobierno era una aristocracia sacerdotal y guerrera.
Rendían culto a Kon, dios del agua, tenía forma de felino volador.
Llevaba en el centro un cadáver momificado, en posición fetal, para que el difunto pasara al más allá en la forma en que vino al mundo.
Tenía forma cónica y podía medir hasta 1,60 m de alto por 2 m de ancho.
Compuestas por telas bordadas, muy elaboradas y finas.
Llanas o burdas de algodón.
Collares, cetros emplumados, ropa, cerámica, alimento, piezas de oro, cuchillos, herramientas para tejer.
Anormalmente alargada y estrecha, debido a las deformaciones desde la infancia.
Vestido y con joyas
Fetal o en cuclillas, dentro de un canasto.
Los Paracas fueron admirables cirujanos, realizaban trepanaciones craneanas utilizando instrumentos hechos de champi, entre ellos destacan el tumi, el bisturí y las pinzas.
Las trepanaciones se utilizaban para curar las heridas de la cabeza, cortaban un pedazo del hueso del cráneo dañado y tapaban el hueco con una lámina de oro u otro metal.
Su principal anestesia fue la chicha de jora.
Los paracas también practicaron la deformación craneana, ellos alargaban sus cráneos para diferenciarse de otros pueblos.
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