El trueque tiene sus inicios en la época neolítica, con el exceso de producción en los recolectores y los ganaderos.
El trueque es el intercambio de bienes, de materiales o de servicios. En esta transacción no existe el dinero.
Ellos buscaban conseguir bienes que ninguno de estos dos trabajos producen. Es en los pequeños mercados donde se originan los trueques, entre una gran variedad de artículos, por ejemplo, herramientas de sílex, lanzas, zapatos, collares y hasta productos agrícolas.
Luego de varios años, apareció el dinero, con lo que los bienes y servicios se obtenían a cambio de monedas y billetes. Actualmente el surgimiento de internet permite el uso del trueque, facilitando la labor de búsqueda y localización de los mejores candidatos para realizar el intercambio.
Los aspectos positivos de estos intercambios son varios:
- Como comprar productos o servicios sin movimientos monetarios.
- Mejorar la productividad y compensar la producción en temporada baja.
- También sirve para reducir productos que se encuentran en stock.
- Un lado negativo es que no se puede ubicar fácilmente a una persona que quiera intercambiar lo que nosotros deseamos.
- Otra dificultad es lo complejo que resulta calcular el valor del producto y que este compense el intercambio.
- Es común que el trueque recobre importancia en épocas de crisis económica, dado que el dinero pierde en gran medida su valor.
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