Marcianos de frutas: un buen negocio en verano

Por: Maritza Llanos V. 

Llegó el verano y con él la necesidad de consumir más productos fríos para mantenernos frescos. Ante ello, surge un rentable y sencillo negocio casero: los marcianos o chups de frutas.

UNA PREPARACIÓN FÁCIL 

La emprendedora Marina Champi nos cuenta que para prepararlos  solo “tienes que licuar las frutas con el agua hervida y azúcar, vaciar el  jugo en bolsas transparentes y llevarlas a refrigerar”.

Puedes combinar frutas y obtener sabores deliciosos y originales, esto será un punto a tu favor pues aumentarás tu clientela y con ello tu ingreso extra.

UN PRESUPUESTO BAJO

Este negocio no requiere de mucha inversión, pero estos consejos te ayudarán a reducir gastos en insumos:

—Utiliza frutas de estación (maracuyá, fresas, mango), son más baratas.

—Compra el azúcar al por mayor, te servirá para preparar los marcianos y para tu consumo diario.

Igualmente, puedes hacer con la leche evaporada (algunos marcianos son elaborados con este lácteo).

CONSEJOS IMPORTANTES

—El precio razonable para venderlos fluctúa entre los S/. 0.70 y S/. 1.00, dependiendo del tamaño.

—Coloca un cartel en tu casa indicando los sabores que tienes y el precio.

—Siempre prepáralos con agua hervida, de lo contrario, corres el riesgo que tus clientes se enfermen y tu negocio fracase.

—Utiliza la fruta necesaria y no reduzcas la porción para que te salgan más.

—Tus hijos pueden promocionarlos invitándoles a sus amigos. Incluso, tú al hablar con tus vecinos. La idea es hacerles saber que estás vendiendo marcianos de fruta.

—Si ya tienes un negocio (bodega, restaurante), también puedes ofrecerlos ahí. 

Inicia la venta de marcianos por verano y genera un ingreso extra para ayudar en el ingreso familiar.

EL MARCIANO DE MARACUYÁ

Para preparar 50 marcianos necesitas 1 kg de maracuyá, 1 kg de azúcar y agua hervida. Lava la fruta y saca la comida en un recipiente.

Luego hierve la cáscara en agua y quítale la capa dura. Ahora licúa la cáscara, la comida y el azúcar. Cuélalo y agrégale agua hasta que quede consistente. Vacíalos en bolsas, refrigéralos y listo.