Karina (28). Doctora Cora, mi vida es un martirio, pues siempre creo las palabras de arrepentimiento de mi marido. Yo me casé cuando tenía 20 años y al año siguiente salí embarazada.
Todo estaba bien. Ya cuando tenía seis meses de gestación, César comenzó a cambiar y a tomar mucho. Llegaba a casa y me armaba la bronca y me pegaba.
Al día siguiente, ni se acordaba y me pedía disculpas, y yo, sonsa, lo perdonaba.
Al tiempo volví a salir embarazada, y nuevamente todo estaba bien, hasta que mi segundo bebé cumplió ocho meses, y Cérsar volvió a lo mismo de siempre: tomar y pegarme. Ya tenemos cuatros hijos y sigo con él. Ya no lo soporto. ¿Qué hago?
RESPUESTA
Querida Karina, no tienes autoestima, pues cómo es posible que hayas podido soportar a ese señor, desde la primera vez que te tocó debiste irte de la casa y poner la denuncia. Debes ir a un especialista, porque no estás bien, ya que no solo te hace daño a ti, sino también a tus hijos. Tu casa es un infierno.
Dra. Cora Songcorasong@gmail.com
Revisa todas las noticias escritas por el staff de redactores de El Popular.