Los cadáveres de los canguros aparecieron destrozados y pudriéndose en un campo con signos de haber sido baleados, decapitados y destripados, generando la alarma entre los pobladores de Australia ante la aparición de un psicópata que habría cometido tal crimen.
Las extremidades y entrañas del animalito quedaron desparramadas en el sur del popular lugar turístico, ubicado en el Parque Nacional Grampians. El gobierno de Australia ha permitido que los cazadores con permiso puedan cazar a estos animales desde octubre; sin embargo, las heridas encontradas en los cadáveres habrían violado las regulaciones.
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Un poblador reveló que muchos canguros habían recibido disparos en la cabeza. “Cuando me encontré por primera vez con la impactante escena de partes de canguro esparcidas por el paisaje, mi primer pensamiento fue que había un psicópata suelto, y deberíamos tener mucho cuidado”, contó un vecino de la zona.
“El instinto de advertir a la gente sobre el peligro se produjo. Mi segundo pensamiento fue comenzar a buscar Ears For Days y Fringe Lily, dos canguros machos que han estado visitando mi jardín durante muchos años”, agregó. Algunos canguros bebés habían sobrevivido a los ataques; sin embargo murieron luego, al no contar con sus madres.
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En tanto, la portavoz de la Sociedad Australiana de Canguros, Nikki Sutterby, estimó que los tiradores ganan alrededor de $10 a cambio de carne y $10 por la piel. Por otro lado, según Animals Australia, entre 40,000 y 60,000 canguros fueron asesinados anualmente.
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