Hoy los afganos viven una pesadilla tras la toma del poder de los talibanes, despiertan cada mañana sin saber qué es normal. Con miedo e incertidumbre no saben qué puede pasar bajo el nuevo régimen extremadamente conservador y, que ve a las mujeres como "objetos" sin derechos ni futuro bajo la ley islámica o sharía.
Desde hace cinco días, los talibanes volvieron a tomar el poder con la captura de la capital de Afganistán, Kabul, sumado a la huida del presidente del país, Ashraf Ghani, la retirada de las tropas de Estados Unidos y aliadas tras 20 años de guerra por lo que no se les permitió entrar, sin embargo, ya la historia es otra.
"Pero nada es normal. Puedo sentir el miedo en mis huesos cuando salgo. Los talibanes están en todas partes", explica a la BBC un afgano quien reside en una de las principales ciudades comerciales de Afganistán, Mazar-i-Sharif y, que prefiere el anonimato por resguardar su vida. "El miedo se puede sentir en todas partes", añade.
De acuerdo con el medio citado, en el aeropuerto de Kabul hay un "caos absoluto", los negocios han reabierto sus puertas, algo que da cierto aire de "normalidad" a los afganos de la capital. “Hay más tráfico en las calles y más gente, aunque no como suele haber normalmente. En particular, hay menos mujeres. He visto algunas que no necesariamente visten la burka que las cubre completamente”, relata Secunder Kermani, corresponsal de la BBC.
Sin embargo, sus vidas son interrumpidas de vez en cuando por el patrullaje de los talibanes armados hasta los codos, quienes alegan que están ahí para "evitar saqueos y disturbios". “Lo que se teme es que en los días y meses siguientes el Talibán imponga restricciones más estrictas a las mujeres”, explica Kermani.
Por otro lado, las estaciones de televisión locales han dejado de transmitir música o películas. Las mujeres afganas están con un terrible temor pese a que los talibanes han dicho que respetaran sus derechos dentro de la ley islámica, algo que es extremadamente difícil de creer.
Las políticas de los talibanes son llamadas por muchos "de terror" ya que prohíben los juegos, la música, las fotografías y la televisión. Cuando estuvieron en el poder negaron a las mujeres el derecho a trabajar y las escuelas para niñas fueron cerradas.
“Pero hasta ahora no hay suerte. Estoy suplicando a países extranjeros que nos saquen”, dice a la BBC Hanifa (no es su nombre real), que es una profesional de las comunicaciones. “Todas seguimos imaginando escenarios horribles como no poder trabajar, estar casada con combatientes talibanes y quedar reducidas a parir niños”, se lamenta.
Los talibanes gobernaron entre 1996 y 2001 imponiendo una rigurosa interpretación de la ley musulmana o Sharia. Su movimiento surge en 1994 en Afganistán, en tiempos donde el país quedó devastado por la guerra contra los soviéticos. Son un grupo de "estudiantes en religión" dirigidos por Haibatullah Akhundzada y el mulá Abdul Ghani Baradar, cofundador del movimiento.
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