No defraudó. Maná, una de las bandas más influyentes del rock latinoamericano pisó suelo peruano con el fin de reencontrarse con su público tras seis años de ausencia. Pese a los años transcurridos, el tiempo no pesó para sus fanáticos, quienes vibraron en un show para el recuerdo de inicio a fin.
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La cita se dio en el estadio San Marcos, donde más de 30 mil almas se reencontraron con Fher y compañía. Fanáticos llegaron caracterizados con elementos propios de la cultura mexicana como rosas, sombrero de mariachi y la calavera; portando carteles con frases como "Oye mi amor, aquí está tu mariposa traicionera", "Yo nací escuchando Mana, ya son 23 años que espero para verlos", entre otros, fue la antesala antes de la aparición de Maná.
Fue las 9:23 p. m. la hora que marcó el ingreso de la banda…abrieron el concierto con Manda una señal en la voz de Fher, quien hizo que todo el público se ponga de pie para entonar en coro su gran éxito
"Muy buenas noches Lima Perú, que bonita noche en este lindo día. Vinimos a la ciudad que más impulsó la banda, los queremos entrañablemente estos mexicanos que estamos aquí. Esta noche la vamos a pasar de poca madre. Aquí se juntaron dos imperios, el inka y el azteca", fueron las palabras que siguieron para luego dar pase a Corazón Espinado.
Hay que compartir todo, menos tres cosas, dijo Fher: "el caballo, la guitarra y la mujer. Yo le agregaría que tampoco, Labios Compartidos", continuando con la cuarta canción.
Fotos: John Reyes
La banda ochenteta sorprendió a los espectadores con Dónde Jugarán Los Niños, acompañados de un elefante inflable gigante y unas palabras para crear conciencia sobre el cuidado de nuestro planeta. Luego Fher recordó cuando un amigo suyo le prestó el techo de su casa, llevó guitarra, lapiceros y cervezas para escribir una conmovedora canción, Vivir sin aire. Continuó con Mariposa traicionera, pero antes reconoció la belleza de las peruanas y dijo haber quedo encantado con unas cuantas.
El cuarteto de Guadalajara siguió deleitando al público peruano con Oye mi Amor. Se escuchó el coro junto a toda la fanaticada "viva Perú, a huevo". Las horas pasaban y el show continuó a cargo del baterista Alex Gonzales, con Como Un Perro Enloquecido. Posteriormente sorprendió con un solo en la batería durante 10 minutos. Para finalmente regalar sus baquetas al público que con mucha ilusión las recibieron.
El momento feeling llegó a las 22:40 de la noche cuando Fher recordó una anécdota de su juventud, con un amor imposible. Para darle paso a Te lloré todo un río. La velada continuó con esa onda, el vocalista recordó su infancia cuando su padre falleció; con El reloj cucú. Pidió al público recordar a todos los seres queridos que partieron al cielo.
El momento pícaro llegó cuando Fher hizo subir a una señorita al escenario. Ella dijo que era médico y había dejado su guardia por venir a disfrutar de este gran concierto. El canta autor le dedicó Eres mi religión. En compañía de aplausos Fher cantó Muelle de San Blas. Prosiguió un clásico de clásicos Ahogado En Un Bar, emocionado se arrodilló en el escenario para agarrar la bandera peruana y ponérsela sobre el cuerpo. Para posteriormente presentar a todo el equipo musical.
Las luces del escenario se apagaron y el vocalista se despide de Perú, sin embrago el público entusiasmado pedía una más. Los artistas complacieron a los fanáticos peruanos y cantaron Rayando el sol para cerrar la noche con broche de oro acompañados de serpentinas, globos y luces de colores.
Fotos: John Reyes
Licenciada en periodismo con interés en temas sociales, policiales y políticos. Amante de la sencillez y simpleza de las cosas. Actualmente coordinadora en regiones de la Unidad de Respuesta Periodística Inmediata de La República (URPI-LR).