Shakira alista la llegada de sus padres a Miami y no pierde la fe que su papá muestre mejoría a su Alzheimer

Shakira tenía planeado mudarse a su nueva residencia en Miami (Estados Unidos) en el mes de enero de este año, pero tuvo que atrasar su viaje porque sus padres presentaron complicaciones de salud. Justamente a principios de este mes, la cantante voló hacia su hogar y ahora está próxima a quienes le dieron la vida.

Tras estar ya poco más de dos semanas instaladas en su mansión junto a sus hijos fruto de la relación que tuvo con el exjugador Gerard Piqué, la artista colombiana está dejando todo preparado ante el arribo de Nidia Ripoll y William Mebarak, quienes llegarían acompañados de una doctora personal.

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Y es que la prensa internacional viene informando a detalle de los movimientos de los papás de la barranquillera, dado que ellos todavía se encuentran en España y han sido siempre el soporte de la intérprete de 'Monotonía' ante todo lo que le tocó vivir en esa parte de Europa durante más de una década.

Por otro lado, medios de EE.UU. también se encuentran alertas ante lo que será la llegada de los padres de Shakira por la importancia que implica para la cantante, pues, así como ha priorizado que sus hijos se queden con ella, necesita que los abuelos de los pequeños lleguen y convivan todos como familia.

El estado de William Mebarak, papá de Shakira

La cantante Shakira tuvo que aplazar ciertos planes que tenía en mente sobre su mudanza a Miami debido a las complicaciones que presentó su papá William Mebarak, pues, él no ha podido moverse de España porque presenta dificultades en su salud al igual que su madre Nidia Ripoll.

Solo el año pasado, William tuvo una caída que habría afectado parte de su cerebro y, conforme a lo que indica la prensa internacional, los especialistas estarían buscando operarlo en Estados Unidos, por ello, su traslado debe autorizarse con todas las medidas de seguridad necesarias.

Por otro lado, el papá de la artista colombiana también fue víctima de la COVID-19, pero lo más grave es el Alzheimer que padece, dado que indican que se encuentra en un nivel muy avanzado y, a sus 91 años, ya casi no reconoce a su hijo; sin embargo, ella no se pierde la esperanza de que en algún momento muestra una mejoría.