Roberto Moll recuerda sus años en el colegio militar Leoncio Prado (VIDEO)

Por Mario Palacios

Fotos: Arturo Pérez

Mientras se cuadraba frente a la imagen de Leoncio Prado, el popular Don Alejo de Al fondo hay sitio recordó el nerviosismo que sintió el primer día como cadete de tercer año, ya hace media década. MIRE ESTO:  Esto es Guerra: Mathías Brivio en aprietos con inesperado pedido de un niño 

Asegura que nunca fue pleitista, siempre le gustó estudiar. En el colegio militar conoció la disciplina y también su amor por la actuación, pues llegó a ser director del club de teatro. 

—¿Qué recuerdos tienes de volver al colegio Leoncio Prado?

—Se dice que los padres metían al colegio a sus hijos porque eran indisciplinados… 

—(Risas). No fue mi caso, pero mis padres veían que mi hermano y yo éramos muy inquietos y nos hicieron postular. Ingresé en los primeros puestos. Era becado por mis buenas calificaciones. 

—¿Cómo fue tu primer día como cadete? 

—Uff, entré asustado ahí, todo era ¡cuádrese!, ¡atención!, ¡descanso!, ¡mire al frente!, ¡saque pecho! Muchos querían entrar al colegio, querían saber cómo era un colegio militar, aunque en realidad era un cuartel adentro.

—¿Cómo era tu día a día? 

—A las 5:45 am el soldado llega a tu pabellón y tocaba la diana. Teníamos cinco minutos para vestirnos e ir al estadio a dar vueltas. Luego a ducharse en cinco minutos, estar vestido en filas a tomar desayuno, de ahí a las aulas.   

—¿Cuánta similitud hay con la novela La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa? 

—Tengo una anécdota de eso, cuando Mario Vargas Llosa escribió el libro, el coronel Artola, director del colegio, mandó a quemar todos. Decía: “Ese señor fue expulsado del colegio por eso escribe esas tonterías…”. Lo botaron por mala conducta. A ninguno nos cayó bien porque éramos cadetes del colegio, había cosas duras en el libro. Pero ironías de la vida, Vargas Llosa volvió famoso al colegio. 

—La frase “qué me mira, cadete, acaso quiere una foto mía calato” fue célebre... 

—La hizo famosa en la película Gustavo Bueno, ahora que trabajamos juntos en Al fondo hay sitio, nos reímos.      

JUNTO CON SU PROMOCIÓN

Cada año en agosto, todas las promociones que salieron del emblemático colegio se reúnen y marchan. “Varios están viejitos, otras promociones ya han partido. Siempre me encuentro con Sergio Galliani y Carlos Barraza, ex alumnos del colegio”, comentó.