De acuerdo al testamento escrito en el año 2004, el fallecido actor Philip Seymour Hoffman, quiso evitar a toda costa que su hijo viva cerca a Hollywood. Su última voluntad, según un escrito al que tuvo acceso el portal TMZ fue mantener lejos, muy lejos a sus hijos de la ciudad de las estrellas.
En ese entonces, Cooper era el único hijo de Hoffman y el documento va especialmente dirigido para él. El actor quería que Cooper sea criado en Manhattan, rodeado de la cultura, arte y la impresionante arquitectura de esa ciudad.
Y si sus deseos no se hicieran realidad, Hoffman quería que su hijo sea criado en Chicago o San Francisco y si por último no fuera posible, Cooper tenía que ser llevado de paseo por lo menos dos veces al año a esas ciudades, sólo con fines culturales.
Claramente, Philip menciona las ciudades para omitir a Los Ángeles, lugar donde el actor vivió y pasó los mejores momentos de su paso por Hollywood. Él no creía que fuera un lugar apto para criar a un niño.
En cuanto a su patrimonio, Philip dejó sus bienes a la madre de sus tres hijos, Mimi O'Donnell. ¿Se cumplirá el deseo póstumo del artista?
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