El campeón mundial interclubes, Paolo Guerrero no cayó en la tentación de Gisela Valcárcel, quien lo animó con sinuosos movimientos de cadera a bailar el pegajoso ritmo del Baile del caballo en la pista de El gran show.
Guerrero ni se inmutó cuando la rubia se meneaba y lo miraba con ojos pecadores. Además, que le decía “vamos, Paolo, vamos” al ritmo de la música. El futbolista apenas movió las piernas, pero más parecía un chico tímido y no el temido goleador.
El piloto Nicolás Fuchs y el surfista Gabriel Villarán, quienes llegaron junto con Paolo, también lo animaron a bailar, pero el “Depredador” movió la cabeza como niño asustado y dijo que no.
“No seas malo, no sé bailar”, le respondió a Fuchs para justificarse.
Gisela, a pesar del desplante, afirmó de Paolo: “Por supuesto que lo quiero. Ha movido sus piernitas. Él siempre es tímido. Tiene un carisma, me encanta”.
Ayudó a niño
El crack desmostró su noble corazón y le regaló una camiseta del Corinthias y una suma de dinero al niño Nicolás Aponte (10), quien padece una malformación congénita en las piernas.
“Yo conozco a Nico. Siempre va a la Videna a ver los partidos. Es mi amuleto de la suerte, por eso siempre lo voy apoyar”, expresó.
En agradecimiento, el niño le regaló un crucifijo a Paolo, quien lo recibió con mucha alegría. “Les deseo unas felices fiestas a todos”, dijo. (E. C.)
No reclama los laureles
Ante la polémica si debe o no recibir los Laureles Deportivos por su título con el Corinthians, Guerrero indicó que para él no era un tema importante ni le interesaba. “No es mi tema, yo me dedico a jugar al fútbol y a tratar de darle alegría al Perú. Agradezco a la gente por su apoyo”, sostuvo sin entrar en más detalles.
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