Carlos Barrena Fabián (41), con una altura de 1,58 m, en su época de jugador fue considerado uno de los más bajos y reconoce que nunca se molestó que le digan Chato. Uno de los grandes duelos que recuerda, mismo David y Goliat, es con ‘Cuto’ Guadalupe, quien medía 1,93 m. El ex jugador acaba de tener una despedida oficial en el Max Augustín de Iquitos y es graduado en Administración de Empresas.
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—¿Carlos, de dónde eres?
—Soy de Lima, de San Miguel, y estudié en el Colegio Aplicación Experimental, y siempre fui un estudiante aplicado.
—¿Pero en Wikipedia apareces que has nacido en Iquitos?
—Varios loretanos me dicen paisano. Yo soy loretano de corazón e Iquitos en mi segunda casa. También está que ascendí con CNI, equipo que lo hacía después de 16 años y nos dieron un recibimiento impresionante. En CNI, de lejos, han sido los mejores años deportivos de mi carrera. La geografía de Iquitos es distinta a otras regiones. Para ir a jugar un partido, para ir a otra zona, tenías que ir en lancha durante 8 horas y jugabas prácticamente al aire libre y la cancha lo separaba una soga. Tu ibas a sacar lateral y la gente cuchicheaba y tranquilamente te podían pegar.
—¿En lo que no se equivocan es en la estatura?
—No, sí mido 1,58 m y me decían el ‘Chato’ Barrena, y a mí no me molesta. Era el jugador más bajo del fútbol peruano, por ahí también estaban ‘Chapu’ Ramúa y Robert Ardiles.
—¿Sacabas ventaja de los defensores altos?
—Siempre había un duelo morboso cuando estaba en CNI y enfrentaba a Cuto del Aurich, que mide casi 2 metros (1,93 m). Nos respetamos mucho y somos grandes amigos.
—¿Te formaste en la ‘U’?
—Desde los 11 hasta los 20 años. Tuve la ocasión de estar con Miguel Torres, Manuel Barreto, Mario Gómez, ‘Pompo’ Cordero, Matellini, Cotito y ‘Pólvora’ Carrión en la sub-20. Mis técnicos fueron Leoncio Cervera, Prisco Vernazza, y cuando llega Piazza es Omar Jorge el encargado de menores. A los 20 años juego en Virgen de Chapi.
—¿Dónde se da tu debut profesional?
—Algo mayor, a los 23 años, en Sport Áncash, dirigido por ‘Tito’ Chumpitaz y el presidente era ‘Pepe’ Mallqui.
—¿Luego qué viene para ti?
—Regreso a jugar en la segunda división a Villa del Mar y Somos Perú. El 2008 asciendo con CNI. Juego en Caimanes, José Gálvez, Real Garcilaso y el 2015 campeono con Comerciantes Unidos, pero en la siguiente temporada no sigo. También estuve en Caimanes, donde cerré mi carrera a los 38 años. Antes había estado en Sport Loreto.
—¿Lo pensaste bien cuando dejaste de jugar?
—Llegó un momento de decir: “Basta”. Hay situaciones en el aspecto físico. A la edad de 22 a algo más jugaba un partido y descansaba de manera normal y el martes estaba listo. Cuando uno está a los 38 años, ya no está para competir en una exigencia alta. También estaba el tema familiar, en los años de jugador me había alejado de mi familia que estaba en Lima y no podían acompañarme, y era el momento de estar con ellos.
—¿Tu vida es hoy más feliz?
—Puedo acompañar a mi hijo de 11 años a su academia de fútbol y cuando juega en la selección de su colegio. Pude disfrutar el nacimiento de mi hija, cambiar pañales, dar biberón y verla todos los días, cosa que no pude con mi hijo mayor. Esadministrador
—¿Llegaste a estudiar alguna carrera profesional?
—Terminé la carrera de Administración en la Universidad Ricardo Palma. Siempre fue mi intención llevar mi carrera al lado deportivo. También estudié Gerencia Deportiva y estoy en un proceso de maestría deportiva para seguir especializándome en un sector deportivo de una empresa, una entidad estatal o un equipo profesional.
—¿Full trabajo?
—Comencé a emprender algunos asuntos personales y negocios, sobre todo en equipo, con mi socio Norman del Águila, allá en Iquitos, de eventos deportivos.
—¿Es un plus a tu favor que hayas sido jugador para ser director o gerente deportivo de un equipo?
—Sí, es importante saber cómo es el fútbol internamente. Sus códigos y cuáles son sus comodidades mínimas para un deportista en la parte logística y administrativa.
—¿Cómo se dio el tema de tu despedida el sábado 9 de diciembre?
—Siempre tenía el sueño de convocar a mis amigos con quienes ascendimos en CNI. Fue así que mi amigo Del Águila me propuso también aprovechar ese evento con un partido de despedida. Valoro el respeto que me tienen los hinchas del CNI y más aún que mi esposa es de Iquitos.
Periodista de Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Vivo con el deporte y me gusta la música.