Linda Lecca quiere seguir haciendo historia en el ring: “A los 10 años me regalaron guantes y bolsa de boxeo”

La boxeadora trujillana y ex campeona mundial Linda Lecca recuerda que desde muy niña empezó a gustar de la disciplina de las narices chatas y que pegaba en su cuarto fotos de campeones mundiales, soñando un día ser como ellos. Y lo logró.

Según la pugil, a los 10 años le dieron su mejor regalo, implementos para que aprenda a tirar golpes y comience a forjarse una carrera. Hoy, además, tiene su propia marca de implementos deportivos y una academia y promotora con la que busca forjar nuevos talentos.

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—¿Cómo te presentas?
—Como la chica de las cuatro ‘L’: Linda Laura Lecca Lecca.

—¿Dónde naciste y estudiaste?
—En el barrio de La Esperanza, en Trujillo. Llevé el primer grado en Cartavio y luego los estudios los hice en Argentina, donde viví 18 años. También estudié un año de Enfermería porque regresé al Perú, donde decidí dedicarme  por completo al boxeo.

—Cuéntanos de tu estadía por la tierra de las parrillas.
—Es un país que adoro mucho, tengo mi hermano argentino y que me acogió de buena manera. Ahí tuve a mi primer entrenador, Julio García, que llevó mi carrera de boxeo amateur y profesional, consagrándome campeona sudamericana.

—¿El título lo lograste como peruana?
—Sí. Entonces se me abrieron puertas a México, representando al Perú, y a los 23 años llegué a Lima.

—¿Cuándo te diste cuenta que lo tuyo era el boxeo?
—Aquí, desde los 4 y 5 años empecé, porque mi padre y su familia practican boxeo. Yo imitaba lo que ellos hacían con los guantes y lo hacía en el colegio. Para mí era un juego, mi padre me iba motivando, siempre me sentaba a ver peleas.

—Después te fuiste a Argentina.
—Sí. Recuerdo que en Argentina seguí con la misma pasión. En mi cumpleaños 10 me regalaron unos guantes y un saco de boxeo. Mi padre fue mi primer entrenador y a la edad de 12 años fui a una academia, donde comencé a ser sparring de chicas con más experiencia.

—¿Cuándo empieza tu historia en Perú?
—Tuve un accidente y no podía boxear y estuve 8 meses sin hacer nada. Entonces decidí venir al Perú para visitar a mis padres, que habían venido 4 años antes. Recuerdo que en Trujillo pasaba el boom de Kina Malpartida y Alberto Rossel, y le dije a mi padre que me gustaría pelear en Perú para que me conozcan. Fui a la Federación de Boxeo de Trujillo y pedí un contacto para ir a Lima, que era Óscar Coronel (su actual entrenador). Me ofrecieron un contrato para llevar mi título mundial, dejé todo en Argentina y me quedé a radicar en Perú. Un año después de peleas previas, ya estaba en ese camino.

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Siempre ganadora

—¿Qué recuerdos del primer título mundial?
—Fue el 2014, el título AMB en la categoría supermosca, e hice defensa en varios países. Y ahora estoy tratando de ascender para lograr un título mundial en supergallo.

—¿Qué imagen se te vino cuando lograste el título?
—Todos los años que luché para conseguirlo. Era una fanática, pues mi cuarto lo empapelaba con fotos de Mohamed Ali, Mike Tyson y Oscar de la Hoya, y pensaba ser campeona como ellos. Lo soñé, lo trabajé durante 15 años y lo logré a los 24 años de edad.

—¿Cómo tomaste que te bauticen como la Princesa Inca?
—Me lo puso la periodista Melissa Peschiera y me gusta. Cuando salgo al extranjero me presentan como Linda Lecca: La Princesa Inca. Por mis raíces soy una incaica.

—Hay el tabú de que las mujeres no deben practicar boxeo, ¿qué opinas?
—Aquí en Perú me decían cómo una chica tan linda pelee y malogre su rostro. Pero mi familia siempre me apoyó. Tengo 35 años y pienso pelear hasta los 40 con un récord de 20 peleas ganadas y 3 perdidas.

—¿Tuviste que dejar muchas cosas?
—Yo no soy mucho de ir a fiestas porque entreno de lunes a lunes. Me levanto a las 5.00 de la mañana tenga o no peleas. Soy disciplinada desde el primer día que pensé ser campeona mundial. No me arrepiento de nada porque me ha dado muchas satisfacciones, la gente me quiere, tengo mi propia academia y promotora.

Propia marca

—¿Cómo llevas lo de tu academia?
—Trabajaba en municipalidades, pero los trabajos se suspendieron por la pandemia. Estaba atada de pies y manos. Empecé a dar clases virtuales por internet, comencé con una alumna, luego se comenzaron a reabrir las cosas y dije voy abrir mi academia, y lo hice en Lince, con clases individuales. Ahora tengo niños, jóvenes y adultos.

—¿Cuentas con tu propia marca?
—En la pandemia se me prendió el foco, saqué mi marca de todo equipamiento de boxeo, guantes, sacos, colchonetas, etc.

—¿Y tu promotora?
—Abrí mi promotora y empecé con peleas en el extranjero. El 2018 fui a pelear a Alemania con mi misma promotora y el 2022 salí a pelear a Chile, Inglaterra, Bélgica y Australia. Y dije, bueno, por qué no puedo pelear con mi propia productora en el país para sacar nuevos talentos y que jóvenes vayan luciéndose. El 2 de setiembre voy a realizar un evento internacional en Huarochirí con cuatro peleas internacionales. Yo misma voy a pelear con la ecuatoriana Estefanía Alvarado, que seguro tendrá el deseo de ganar a una ex campeona mundial.