El hincha israelita trabaja duro para pagar su pasaje a Montevideo: “El diablo casi me hace pecar”

Tirando lampa, pico, asentando ladrillos, el Hincha Israelita viene sudando la gota gorda durante estos días llegando a trabajar hasta 12 horas al día para pagar su pasaje a Montevideo y alentar a la selección peruana este 24 de marzo en el Centenario.

David Chauca Quispe, fiel seguidor de la selección, confía en la clasificación al Mundial de Qatar.

—¿Ya compraste tu pasaje para Montevideo?

—Ya he separado mi pasaje, me ha costado 800 dólares. Estoy trabajando duro haciendo horas extras para poder juntar dinero para cancelar el pasaje y dejar para los gastos de la casa.

—Estás haciendo horas extras.

—Estoy trabajando duro, 12 horas al día, pues si avanzo, acabaré rápido la obra, esperando que llegue otro trabajito. Voy a llevar mascarillas con diseños de la selección para vender a los compatriotas en Uruguay.

—¿Y cómo haces con las entradas?

—La Federación Peruana de Fútbol (FPF) me da entradas y le estoy muy agradecido. Uno cosecha lo que siembra, luego de varios años apoyando a la selección en las buenas y en las malas.

—¿Qué opinas que hayan puesto en 300 dólares las entradas para los peruanos?

—Es un abuso, están con miedo, ya están jugando sucio, pero verás que irán muchos peruanos y van a gritar más que los uruguayos en el Centenario.

—¿Es verdad que Gareca te regaló el pasaje a Colombia?

—No, nada. El profe Gareca a veces me da propinas, es su voluntad.

—¿Tu esposa no se molesta que dejes de trabajar por seguir a la selección?

—Cuando cumplo con el hogar, no hay problema. Ella entiende. Me saco el ancho para dejar lo necesario para la casa durante esos días que dejo de trabajar por alentar a la selección.

—¿Alguna vez has llorado por la selección?

—Sí, recuerdo ese partido que Uruguay nos gana a la mala en Lima (2013) cuando le rompen la cabeza a Paolo Guerrero y lo expulsan a Yotún. Lloré de bronca. Y ahora el rival es Uruguay y espero que jueguen limpio. Pienso ir a la concentración de Uruguay con una pancarta con un mensaje pidiéndole que jueguen limpio.

—¿Si la selección juega el repechaje que será en Qatar, viajarás?

—Primero pienso en estos partidos con Uruguay y Paraguay, con la mentalidad de clasificar directo. Y si hay repechaje, caballero lo veré por televisión para guardarme para el mundial.

—¿Y cómo piensas costearte tu viaje a Qatar si la selección clasifica?

—Ya veremos, habrá que trabajar duro, por ahí haré actividades. Con unas cinco techadas me saldría para el pasaje. También he pensado pedir al profe Gareca o los jugadores que me recomiendan para hacer cualquier trabajito de construcción.

Pasó susto en rusia

—¿Cuál fue el momento más difícil que te pasó en tus viajes al extranjero siguiendo a la selección?

—Fue en Rusia durante el mundial. La policía me intervenía a cada rato, por mi túnica pensaban que sería musulmán o terrorista. Recuerdo que revisaron mi mochila y al ver que decía Israel, en los libritos de los 10 mandamientos que llevé para regalar, pensaron que era un espía de Israel.

—Sudaste frío.

—Estaba asustado. Luego revisaron mi celular y al ver que tenía videos y fotos con los jugadores de la selección entendieron que era un hincha y me soltaron, pero antes me pidieron una foto.

—¿Y alguna vez alguna chica se te mandó?

—Cuando viajé a Brasil para el mundial, donde estuve en el Fan Fest, se me acercó una mujer caribeña, empezó a hablarme, me quiso seducir, me tocó, me dijo que era diferente. Era el diablo que me quiso hacer pecar, me mantuve fuerte y vencí a la tentación. Al final me dio 20 dólares de propina.

—¿Cómo vislumbras esta fecha doble ante Uruguay y Paraguay?

—Creo que hay una ayuda divina, como la anterior Eliminatoria, en el tramo final. Contra Colombia la pasamos mal y ganamos. Pienso que mis ayunos y vigilias y las buenas vibras de la hinchada han sumado para este presente.

—Gracias por la deferencia.

—A ti, hermanón y a tu medio el Popular. Cualquier trabajito me pueden escribir al inbox de mi Facebook que es David Chauca Quispe. Muchas gracias, a ponerle fe y… ¡Arriba Perú!