RíO DE JANEIRO. Neymar apareció en su real dimensión, eso que está predistanado para los grandes, y le dio a Brasil el oro olímpico, que le estaba negado hace años y que no pudieron lograr Romario ni Ronaldo.
Un gol de antología de tiro libre, en la primera parte, y una formidable definición, con paradinha incluida en la tanda de los penales, fueron suficientes para que Neymar se convierta en el héroe de un reñido partido ante Alemania, que acabó 1-1 al final del tiempo suplementario.
Como toda final, el encuentro se jugó con los dientes apretados, donde Alemania estrelló dos veces la pelota en el palo. Primero un remate de Brandt y luego un cabezazo de Bender. Pero después apareció Neyrmar (33’), que de tiro libre desató la locura.
En el complemento, Alemania presionó y a los 15’, Maximiliam Meyer silenció el Maracaná.
En el suplementario, Brasil tuvo las ocasiones más claras como el remate de Anderson (2’ del segundo suplementario) que Horn desvía al córner y el disparo de Rafael Alcántara en el que Klostermann (12’) se interpuso para poner fin al peligro.
En la definición por penales, Brasil mostró temple y categoría en sus disparos. Luego de que Wéverton le atajara su disparo a Peterson, llegaría el turno de Neymar, quien le pegó con clase para darle a Brasil la ansiada medalla de oro en unos Juegos Olímpicos.
Con este título Brasil ya tiene todos los trofeo posibles en su vitrina, le faltaba este nomás y ya es una realidad.
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