
El partido entre Boca Juniors y Argentinos Juniors tuvo un insólito hecho que terminó con la pérdida de tres dientes por parte de un futbolista que intentó cortar una jugada del equipo rival usando su cabeza.Se acababa el partido y Argentinos tenía un tiro de esquina que resulta defectuoso y Boca toma la pelota en contraataque, con Cristian Erbes a la cabeza. El volante había pasado la mitad de la cancha, cuando Gaspar Iñíguez fue a cortar el avance con tanta mala suerte que se trastabilló y, sin dudarlo, se arroja al piso para trabar la pelota con la cabeza.Aunque Cristian Erbes cortó el ataque del equipo visitante -con una infracción por la que fue amonestado- el costado negativo fue que Iñíguez perdió tres dientes en una jugada que podría haber tenido un desenlace aún peor."Gaspar puso literalmente la cabeza por el equipo, se mató en esa jugada", relató Ricardo Caruso Lombardi tras el partido, aceptando y justificando esa vieja frase futbolera: "Hay que dejar la vida en la cancha" .La jugada tranquilamente puede ser tomada como una postal del fútbol argentino: se premia más la entrega que el talento. "Fue una prueba de coraje tremenda. Es para felicitarlo, más allá de haber perdido tres dientes", agregó el director técnico de Argentinos.Tras esta jugada, Iñíguez tuvo que salir en camilla para ser atendido y no volvió a ingresar, por lo que el local finalizó el encuentro con 10 jugadores (se habían agotado los cambios).En el vestuario, los médicos chequearon que la herida no fuese más grave y limpiaron la zona para evitar una infección. Iñíguez salió del estadio con la boca vendada, acompañado por sus familiares y tendrá una "cirugía odontológica para reimplantarle las tres piezas dentales en la parte superior de la boca", según informó el diario Clarín.
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