Final de ‘La Sustancia’ explicado: ¿Qué sucedió con Elizabeth Sparkle y Sue al final de la película?

La película 'La Sustancia' se ha convertido en todo un furor en las salas de cine debido a las fuertes escenas que protagonizan los personajes Elizabeth Sparkle y Sue, interpretados por las actrices Demi Moore y Margaret Qualley respectivamente. Aquí te explicamos el final de la cinta.

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¿Qué pasó en el final de ‘La Sustancia’?

Luego de que Sue asesinara a Elizabeth, la nueva estrella de 'Pump it up' empieza a sufrir la degradación de su cuerpo y pasa a convertirse en un monstruo que fusiona partes de su cuerpo con las de Sparkle.

Pese a su apariencia física, el 'Mostruo Elisasu' decide ir al tan esperado evento de Año Nuevo y logra pasar desapercibida al crear una máscara de Elizabeth. Cuando ya se encontraba en el escenario, se logra descubrir su horripilante apariencia, por lo que los asistentes empiezan a atacarlo y lo decapitan, haciendo que todos se empapen de sangre.

El 'Mostruo Elisasu', pese a la terrorífica escena en el set, logra salir a la calle para posteriormente desplomarse en el suelo y el rostro de Elizabeth logra escapar de todas las partes del cuerpo y va en busca de su estrella de la fama, donde termina por "morir".

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Final explicado de ‘La Sustancia’

El film ‘La Sustancia’ aborda la complejidad del envejecimiento para una mujer que trabaja en una industria obsesionada con la belleza, enfrentando el temor de no cumplir con las expectativas del público. A través de escenas impactantes y perturbadoras, se analiza cómo la misma sociedad que presiona a la protagonista para someterse a tratamientos invasivos luego la rechaza como un ser extraño por las modificaciones corporales. Se evidencia que la sociedad espera su desaparición, recordándola solo por su juventud o lo que consideran su época más atractiva.

Este planteamiento nos invita a reflexionar sobre la verdadera aspiración en la vida, destacando la importancia de la autoaceptación y la amabilidad hacia uno mismo. Es lamentable que Elisabeth haya comprendido la importancia de aceptarse a sí misma cuando ya estaba desapareciendo, una realidad que posiblemente no sea única en el mundo. Esta historia nos invita a cuestionar los estándares de belleza impuestos y a valorar la autenticidad y la paz interior como pilares fundamentales de una vida plena.