Jauja: obrero fue atado de pies a cabeza y arrojado vivo en el río Mantaro

No hay asesinato perfecto. La mañana del 18 de febrero, todos amanecimos con una estremecedora imagen de un cadáver flotando en el Río Mantaro. Hasta ese momento, se desconocía la identidad de la persona. Todo esto, luego de las últimas investigaciones de efectivos de la Unidad de Trata de Personas de Huancayo y la Fiscalía de La Oroya, se trataría de Aldo Samuel Sovero Ventura de 21 años, quien desapareció sin dejar rastro.

Los efectivos comenzaron a investigar y descubrieron que el joven obrero fue secuestrado por trabajadores del video pub “El Ángel”, donde Aldo y unos amigos habían causado destrozos tras una pelea.

Según la policías del Escuadrón de Emergencia en Casacancha en Jauja del río Mantaro, recuperaron a un varón que tenía las manos atadas con una soguilla. Se trataba de Aldo, quien fue golpeado, atado y arrojado vivo al Mantaro.

Fueron sus tatuajes de letras orientales en el brazo derecho y una cruz negra en el brazo izquierdo, lo que dieron luz para reconocer el cuerpo en descomposición. Al parecer, Aldo desapareció el 31 de diciembre del 2020, luego de concurrir al video pub de propiedad de Luis Martel Espinoza (37).

Testigos relataron que escucharon decir: “Hay que botarlo al Mantaro”, luego de que la víctima junto a sus familiares, ocasionaron daños materiales al local, por lo que Luis Martel, Roberto Carlos Espinoza Martel y otras dos personas lo buscaron para asesinarlo. Ante las evidencias, la Fiscalía pidió 9 meses de prisión preventiva mientras duren las investigaciones para Luis Martel y Roberto Espinoza, quien conducía el vehículo donde raptaron a Aldo.