Álex Magallanes habla de su nueva faceta como comentarista: “Solano era mi suplente”

Por Víctor Arrunátegui Acosta

Sus goles sin duda quedaron en el recuerdo, pero su carisma y profesionalismo siguen intactos y lo demuestra día a día no solo como parte del comando técnico de la reserva de Universitario, sino también en una nueva faceta: la de comentarista deportivo.

—¿Cómo te va como periodista deportivo?

(Ríe) No, yo no soy periodista… lo mío es la pelota.

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—Pero vas bien preguntando.

Me están enseñando. Además me toca leer mucho, cada vez que tenemos programa me pasan la pauta con los bloques y nos dicen de qué podemos hablar y más o menos qué podemos preguntar.

—Muchos no saben pero tienes un programa con Bica y Aldo Olcese.

Sí, se llama Fútbol entre patas, salimos en vivo martes, jueves y sábado. La intención es conversar y reírnos un rato.

—¿Cómo surge esta idea?

Antes de la pandemia ya la habíamos desarrollado, pero ahora con todos metidos en casa sin mucho que hacer, pudimos programarnos mejor.

—¿Ayuda al bolsillo?

Todavía no, pero ya vamos por los mil likes, no entiendo mucho de eso, pero sé que si seguimos avanzando podemos cobrar (ríe).

—Y entonces, ¿cómo te estás sosteniendo por estas épocas?

La verdad es que lo de la AFP me dio un respiro, pero algunas personas saben que mi esposa vendía todo tipo de productos en un local por Jesús María, ahora vende todo por internet y le va muy bien.

—¿A ti también te toca meter mano en eso de las ventas?

Ya me tocó venderle un par de carteras a algunos amigos por ahí para sus esposas o colonias para sus hijas. No me da roche, por el contrario, incluso mis hijos también tienen su negocio de ventas.

—¿Y qué venden ellos?

Gorros. Les va muy bien, como son futbolistas ofrecen a sus compañeros y para qué, no me quejo, les han colaborado. Incluso, en la última entrevista que le hicimos a (Jefferson) Farfán le ofrecí los gorritos.

—¿Cómo así?

Es que el chato Aldo (Olcese) es su amigo, han jugado juntos. Entonces siempre lo bromea que debe retirarse en Municipal y yo me metí en la chacota diciéndole que si se anima una vez en Lima sería la imagen de los gorros de mis hijos y él aceptó (ríe).

Infancia dura

—¿Les ha tocado batallarla para salir adelante entonces?

Gracias a Dios no ha faltado comida, pero nos ha tocado lucharla. Yo les digo a mis hijos que agradezcan, cuando yo era chico, mi infancia fue brava, éramos siete hermanos, había que estar atento, si te descuidabas comías la mitad. Fuimos humildes, pero nos enseñaron a trabajar y valorar.

—Es una gran lección de vida para tus hijos.

Sí, se dan cuenta y valoran, como te dije gracias a Dios no nos ha faltado, tanto así que al principio me asusté porque me han salido tremendos muchachos, son más altos que yo y agarrados, no sé de dónde (ríe).

—Podrían superar al padre.

Están en ese camino. Te cuento una anécdota, un día en un canal estaban pasando un partido de la selección, yo había estado de titular pero me cambian en el segundo tiempo y por mí entra Solano. Mi hijo el del medio vio eso y me dijo: “¿Solano era tu suplente?” y yo le dije: “Claro pues hijo… tu papá era bravo, Solano siempre fue mi suplente y es que a él le faltaba mucho todavía”, en broma, claro.

—¿Entrenas con ellos?

Cada vez que puedo, al menos les enseño desde mi experiencia. Parece poca, a veces ellos no me creen, pero por ejemplo otro día estaba caminando con el mayor conversando justo de fútbol y le estaba dando algunas recomendaciones y un señor se nos acerca y me da la mano, me abraza y lo mira a mi hijo y le dice “hazle caso, no sabes lo que jugaba tu papá” y mis hijos se sorprenden cuando pasan esas cosas.

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—Tú ya estás acostumbrado.

—Es parte del fútbol, yo me divertí mucho jugando y eso es lo que les digo a mis hijos, que se diviertan para que todo les salga bien.