Eran exactamente las 12:30 de la mañana cuando Luis Miguel Manrique Vargas de 24 años es despertado por su madre Alicia Manrique Vargas de 74 años. Ella le reclamaba que apague la música para poder dormir.
"Ella me despertó en la madrugada. Eran las 12:30 más o menos, no sé... Decía que apague la música, pero yo no tenía nada prendido. La bulla era de afuera, de un tono que se estaba realizando a la espalda del barrio. Entonces para callarla, cogí el motor de la licuadora y la lancé a la cabeza", dijo Luis Miguel a los agentes de la Depincri de Comas.
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¿Por qué la metiste en un costal?, se escucha decir a un agente del orden en el interrogatorio del parricida.
"La metí en el costal, para que no sangrara más. Quería llamar a mis familiares"
¿A quiénes?, dice el agente del orden.
"No lo sé... Solo quería que no sangrara", dijo el asesino.
De acuerdo a las investigaciones, Alicia Manrique Vargas, una anciana de 74 años, vendedora de pollos en un mercado local, habría sufrido de una fractura en el cráneo. Según los peritos de criminalística, la anciana tenía traumatismo encefalocraneano. La muerte fue instantánea.
"La maté, porque no dejaba dormir", dice por último Luis Miguel a los agentes del orden.
En las investigaciones se descubre que el sujeto habría asesinado a su madre, la habría dejado desangrar, la puso en una bolsa de rafia y luego se habría ido a trabajar al mercado, en el puesto de su madre.
Después de muchas horas, el sujeto llama a un familiar a las 4 de la tarde y dice haber encontrado a su madre en el costal.
La policía al llegar encuentra el horrendo hecho, al consultarle a Luis Miguel cómo ocurrieron los sucesos, el sujeto se pone nervioso. De inmediato es trasladado a la comisaría donde confiesa el crimen.
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