Tratando de unir a las familias separadas, por las duras leyes migratorias, hace poco fueron instalados tres “sube y baja” en el muro fronterizo que se encuentra entre Chihuahua y Nuevo México, en la frontera con Estados Unidos.
La idea fue apoyada por el activista Ronald Rael, profesor de arquitectura de la Universidad de California y Virginia San Fatello, junto al colectivo Chopeke, de acuerdo con El Imparcial.
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En redes sociales se compartieron imágenes que muestran a familias mexicanas y estadunidenses jugando y siendo vigilados por elementos de la Guardia Nacional.
“El muro se convirtió en un punto de apoyo literal para las relaciones entre EEUU y México, y los niños y adultos se conectaron de manera significativa en ambos lados con el reconocimiento de que las acciones que tienen lugar en un lado tienen una consecuencia directa en el otro lado”, escribió en Instagram, Ronald Rael, junto a un emotivo video.
Los columpios se han insertado en una zona de la Ciudad de Juárez con el fin de que los niños jueguen y se olviden por unos minutos de la amarga realidad que viven al otro lado del muro, muchos separados de sus familias.
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El deseo que Donald Trump quiere que se haga realidad con este muro es reducir la inmigración ilegal. Cada paso que da, el presidente de Estados Unidos lo celebra. ¿El último? la autorización del Tribunal Supremo estadounidense para que Trump destine dinero público del pentágono para construir lo que queda del muro que tantas familias y amigos está separando.
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