Al suroeste del distrito de Santiago, en la provincia y departamento de Ica, se ubica el cañón de los Perdidos. El sector denominado Montegrande es privilegiado porque es el lugar donde se abre este enorme y extenso tajo de tierra. Geográficamente el cañón se formó en la misma ruta del desaparecido río Seco, que desemboca en el río Ica. En el medio del cañón se encuentra una laguna, indicio de su pasado como reserva acuífera.
El cañón tiene una extensión aproximada de 2 km y una profundidad entre 200 y 300 metros. Pero aún no se han hecho estudios especializados en el lugar.
Desde la ciudad de Lima a Ica, tomando la Panamericana Sur como ruta principal, son exactamente 306 km. Y de Ica al cañón de los Perdidos son cerca de 83 km. Para llegar al lugar se debe tomar un carro hasta el kilómetro 339 de la Panamericana Sur, desde ahí la ruta se desvía por la entrada de Callango (Ocucaje) que conduce a Boca del Río por el suroeste de la zona. Son en promedio 2 horas de viaje desde Ica al cañón. También puedes contratar servicios de un tour para llegar.
Para bajar a la base del cañón se debe caminar 30 minutos, durante el trayecto podrá observar varias aves como los gallinazos que cuidan fielmente el lugar. Y, en la base, se podrá encontrar pequeñas lagunas.
En el segundo nivel del cañón se puede apreciar el Ojo de Agua y en la parte superior está la Cara del Puma, figuras que se formaron por la erosión del río y corrosión de la tierra.
El cañón tiene 3 bajadas para llegar a su interior, entre la primera y segunda bajada está El Mirador, desde donde se puede ver diferentes figuras de piedra y arena seca.
Estudios paleontológicos recientes han determinado que el cañón fue un fondo marino, cuya edad se estima entre 20 y 30 millones de años. Incluso han encontrado restos marinos fosilizados.
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